Entrevista | Carmen Siñeriz Filóloga de Boal, acaba de ganar el III Premio de Poesía Ría del Eo

"Si perdemos la fala eonaviega perdemos una parte de nosotros mismos, es un patrimonio que debemos defender"

"El diccionario del gallego-asturiano es necesario, sobre todo para mantener las palabras, pero es un proyecto de creación lenta, que exige paciencia y cuidado"

Carmen Siñeriz en el parque del Medal, de Vegadeo.

Carmen Siñeriz en el parque del Medal, de Vegadeo. / T. Cascudo

La filóloga boalesa Carmen Siñeriz (Sampol, 1968) empezó a escribir un poco por casualidad. En el año 2021 daba clase de gallego-asturiano en el colegio público Carlos Bousoño de Boal cuando vio que Vegadeo convocaba un concurso de cuentos en fala. Animó a sus alumnos a participar y, para motivarles más, les dijo que también presentaría su propia propuesta. Sus alumnos ganaron el premio en la categoría de ESO y Bachillerato y ella se llevó la categoría de adultos con su relato "Nun chore madre qu'eu vou tar ben". "Era la primera vez que escribía y me encantó. Gracias a eso descubrí mi pasión", confiesa. El año pasado ganó el segundo premio de poesía "Ría del Eo" con "Pigureira de palabras esqueicidas" y, hace unos días, recogió en Vegadeo el premio de la tercera edición por su obra "Estaxos". Considera que estos concursos literarios son muy importantes para estimular y motivar la creación literaria en la lengua más occidental de Asturias.

-Este curso cambió la docencia por el trabajo en la Academia de la Llingua donde participa en la creación del primer diccionario del gallego-asturiano. ¿Cómo va?

-Es un proyecto de creación lenta, que lleva mucho trabajo. Exige mucha reflexión, palabra a palabra. Hace falta mucha paciencia y cuidado.

-¿Hace falta?

-Es necesario, sobre todo para mantener las palabras, para resolver dudas... Servirá para mantener lo nuestro. Ahora tenemos los vocabularios, en los que nos basamos para este trabajo, pero no son suficientes, se necesita un diccionario. Me preocupa mucho la pérdida de palabras y,por eso, cada vez que escribo intento emplear palabras ya casi desaparecidas, esas que ya no se escuchan en el día a día como "pigureira". Era una palabra muy usada en Boal, Illano o Villayón para referirse a una persona que cuidaba cabras, una pastora. Creo que escribiendo estas palabras, ayudo a que no se olviden.

-¿Es optimista respecto al futuro del eonaviego?

-Tenemos que ser optimistas y darlo a conocer y la literatura es un buen medio. La gente debe motivarse. Aún hay mucha gente que sigue sintiendo vergüenza de hablar en gallego-asturiano y pasan cosas como que en la televisión de Asturias apenas se escucha a nadie hablar en eonaviego. Pero soy optimista y creo que están saliendo obras y más autores y que crecen los lectores, además, la lengua está presente en todas las escuelas y los institutos.

-¿Por qué debe defenderse la lengua?

-Porque es nuestra identidad y si la perdemos, perdemos una parte de nosotros mismos. Es ese patrimonio que nos dejaron nuestros abuelos y bisabuelos y debemos defenderlo.

-Trabajó varios años dando clase ¿Los jóvenes usan la lengua?

-A los jóvenes les cuesta un poco más, quizás las nuevas tecnologías no ayudan. Si los videojuegos estuvieran en fala...

-Los maestros de gallego-asturiano siempre lamentan el poco material que tienen para la docencia. ¿Hay mejoras?

-Precisamente Natalia Riego, de Vegadeo, realizó unos cuadernos editados por la Secretaría Llingüística del Navia-Eo que están pensados para la docencia de la lengua. Es un enorme avance porque cuando empecé era terrible. No teníamos nada, cada uno preparaba lo suyo y nos llevaba mucho tiempo. Este material es muy necesario.

-¿Es favorable a la oficialidad?

-Claro, es necesaria para el mantenimiento de la lengua.

-¿Qué les pide a los políticos en este sentido?

-A los políticos les pido que la favorezcan. En Secundaria, la fala o el asturiano son materias optativas que deben competir con el francés o la digitalización. Entiendo que para los padres de esos chavales no es fácil decidir. Es un hándicap que habría que eliminar. Lo importante es mantener la lengua, que se conserve, que se hable y no se olvide.

-Además de defender la fala defiende la vida en los pueblos...

-Siempre aposté por el pueblo donde nací y me quedé allí. Tengo dos mellizos y, cuando nacieron, la niña más joven tenía veinte años. Ahora son tres niños, no está mal. Elegí vivir en un pueblo por la tranquilidad, por el aire, por el agua, por la autenticidad que se respira... Lo importante para que los pueblos no se mueran es lograr que vengan familias porque así también mantenemos la escuela. El Carlos Bousoño de Boal es muy importante para la zona. Es un privilegio que los niños puedan estudiar allí y cuenta con un profesorado muy activo.

-¿Qué pasa en Boal para que sea cuna de tantos escritores?

-Tenemos la poesía en los caminos. La asociación Forum Boal 3000 puso en marcha una iniciativa preciosa de escribir poemas en pizarras colocadas por los caminos y por donde quiera que vayas te encuentras poesía. Es algo que está en el ambiente y que se va traspasando de unos a otros. Boal es la tierra de Carlos Bousoño, de Benjamín López y de otros muchos que vinieron después y esa semilla queda en el ambiente.