Tineo analiza la influencia del cambio climático en los incendios forestales: más virulentos y peligrosos para la población

"Antes casi no teníamos incendios en arbolado, pero en el incendio de marzo de Tineo y Valdés vimos que el 80 por ciento de lo quemado fue superficie arbolada", analizó la científica Cristina Santín

Por la izquierda, Benjamín García, Santiago Díaz, Cristina Santín y Roberto Pérez, ante el público asistente a la charla debate.

Por la izquierda, Benjamín García, Santiago Díaz, Cristina Santín y Roberto Pérez, ante el público asistente a la charla debate. / D. Álvarez

Los grandes incendios forestales, que ya se están viviendo en estos últimos años, seguirán aumentando en un futuro y cada vez serán más peligrosos para la seguridad ciudadana. Es una de las predicciones en las que han coincidido los expertos reunidos en la mesa de debate sobre el cambio climático y los incendios forestales celebrada dentro de las VII Jornadas del Orgullo Rural, organizadas por el departamento de Agraria del instituto Concejo de Tineo y que comenzaron este martes.

La encargada de abrir la charla fue Cristina Santín, científica del IMIB, un instituto mixto formado por investigadores de la Universidad de Oviedo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Principado de Asturias; quien dio una visión global sobre los incendios y cómo el cambio climático está aumentándolos, así como su intensidad y su peligrosidad para las poblaciones. Entre los datos que compartió apuntó que, en los países de la cuenca mediterránea, donde se enmarca España, el número de días con riesgo extremo para sufrir un incendio “se ha más que duplicado”. No obstante, señala que esto quizá no signifique que se aumente exponencialmente la superficie quemada o el número de incendios, sino que se vivan incendios de mayor magnitud y más virulentos que hagan peligrar la seguridad ciudadana.

Público asistente a las Jornadas del Orgullo Rural este martes.

Público asistente a las Jornadas del Orgullo Rural este martes. / D. Álvarez

Además del cambio climático, incluyó otro factor a tener en cuenta en el aumento del riesgo de incendios, como es la modificación en el paisaje derivada de la despoblación rural y los cambios de uso del suelo. “Hay muchas zonas que antes eran pastizales y se dedicaban a la agricultura que ahora están volviendo a entrar a la naturaleza, esto tiene cosas positivas, pero también supone más vegetación para que cuando llegue un incendio este sea más grande”.  En este punto añadió también el problema de las plantaciones que no estén bien gestionadas. “Antes casi no teníamos incendios en arbolado, pero en el incendio de marzo de Tineo y Valdés, en el que se quemaron 10.000 hectáreas, siendo el más grande desde que tenemos registros en Asturias, vimos que el 80 por ciento de lo quemado fue superficie arbolada, esa es una nueva normalidad a la que nos tenemos que enfrentar”.

Ante estos nuevos incendios, Roberto Pérez, técnico de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) en Tineo, explica que las labores de extinción y de prevención deben centrarse en proteger los núcleos de población, cada vez más próximos a la zona de bosque y matorral. Sin embargo, actuar preventivamente en la zona periurbana es un trabajo que asegura que es “complejo y farragoso” por la titularidad de los terrenos, donde al no haber titularidad pública las administraciones no pueden intervenir.

El jefe de zona del Suroccidente de Bomberos de Asturias, Benjamín García, apuntó a la necesidad de que por parte de la Administración se actúe en el monte y se planifique su uso, para que ante un gran incendio sea más fácil poder contenerlo. De hecho, confirma que “no tenemos capacidad de extinción ante un gran incendio” e incide en que, aunque haría falta más personal, la inversión pública debe incrementarse en prevención en lugar de en extinción.

Los ponentes durante la charla debate.

Los ponentes durante la charla debate. / D. Álvarez

En la charla también participó Santiago Díaz, Agente del Medio Natural, quien analizó que en la cornisa cantábrica siempre “teníamos un clima que nos ayudaba a que los incendios no evolucionasen de una forma explosiva, lo teníamos todo controlado, pero desde hace unos años estamos viendo que cuando se produce un incendio y hay las condiciones climáticas perfectas, se convierte en imparable” e insistió en la idea de que “no es que haya más incendios, sino que cuando los hay son más difíciles de controlar y evolucionan de una forma más rápida”.

La séptima edición de las Jornadas del Orgullo Rural continúa este miércoles con una ponencia que abordará la influencia del cambio climático en las enfermedades emergentes en fauna silvestre y como puede repercutir en la ganadería e incluso en la salud humana, a cargo de Álvaro Oleaga, veterinario de fauna salvaje del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje del Principado de Asturias. También habrá un debate sobre los efectos del calentamiento en las especies objeto de pesca, como son el salmón, trucha o anguila. Así como un taller participativo en el que se abordarán diferentes escenarios del cambio climático.