Las familias de la escuela de El Pedregal (Tineo), en pie de guerra por el sistema de calefacción del centro

Tres estufas de gas calientan el aula de infantil desde que hace dos meses se estropeó la de pellets: "Es un peligro para niños de tres años"

Las familias de la escuela de El Pedregal en la entrada al centro.

Las familias de la escuela de El Pedregal en la entrada al centro. / Reproducción de D. Á.

Las familias de la escuela de El Pedregal (Tineo), perteneciente al colegio rural agrupado Eugenia Astur- La Espina, denuncian la falta de un sistema de calefacción seguro para las aulas del centro y muestran preocupación por sus hijos. El problema surgió el pasado 10 de enero, cuando la estufa de pellets ubicada en el aula de infantil se estropeó obligando a desalojar la escuela por la intensa humareda negra que comenzó a desprender. Desde entonces, la solución que les ha aportado el Ayuntamiento de Tineo es colocar varias estufas de gas catalíticas, un parche que pretendía ser para unos días y que ya va camino de cumplir los dos meses.

“Hemos tenido numerosas reuniones con el Ayuntamiento y nos dicen que no hay dinero, que tienen que abordar las deficiencias de la escuela poco a poco”, explica Ángel Monje, padre de tres escolares del centro, una de ellas en la etapa de infantil. Una explicación que no alivia a los progenitores que consideran que la inversión en los centros escolares debería ser prioritaria para que “cumplan con unos estándares mínimos de salubridad”.

José Manuel Alonso con una pancarta en el exterior de la escuela.

José Manuel Alonso con una pancarta en el exterior de la escuela. / Reproducción de D. Á.

“El colegio está muy mal por afuera, visualmente es una pena ver como está, pero al menos no tiene daños estructurales. Sin embargo, ahora el tema de la calefacción nos pone en pie de guerra porque es muy grave lo que está pasando”, añade este padre, que asegura que algunas familias han decidido dejar de llevar a sus hijos de infantil a la escuela.

“Al final los niños están pasando frío porque tienen que dejar las ventanas abiertas para evitar la concentración de gases que emiten y es un peligro tener ese tipo de estufas con niños de tres años porque se pueden quemar”, describe. Es más, apunta que hay días en los que algunos de los niños se quejan de dolor de cabeza y las familias lo achacan directamente a la inhalación del gas.

Explica además que las condiciones del edificio: antiguo, sin aislamiento y con ventanas viejas, no ayuda a mantener el calor en las aulas, ello sumado a que las estufas se encienden cuando comienzan las clases y que es necesaria tener cierta ventilación, da como resultado que las estancias no lleguen a caldearse “y los niños tengan que estar en clase con los abrigos”.  

María del Carmen García en el exterior de la escuela con una pancarta.

María del Carmen García en el exterior de la escuela con una pancarta. / Reproducción de D. Á.

La escuela tiene nueve alumnos y cuatro de ellos son de Educación Infantil. Para Monje, representante de las familias en el Consejo Escolar, las condiciones del edificio no son las adecuadas para albergar una escuela actual y lamenta que las administraciones “se empeñen en mantenerla abierto a toda costa, sin las inversiones que necesita y obligándonos a los padres a llevar allí a los niños”. Explica que a las familias que les toca la escuela de El Pedregal por el lugar dónde tienen su residencia no tienen derecho a transporte para que sus hijos puedan acudir a otros centros del concejo o a la escuela del mismo CRA situada en La Espina (Salas). Esto supone que los padres que por motivos laborales no puedan realizar ellos mismos los viajes “no tenemos otra opción que traerlos aquí, porque ni pagando conseguimos un taxi que a la hora de la entrada y salida de los colegios nos haga el servicio, porque están todos ocupados cubriendo otras líneas de transporte”.

Estado del edificio de la escuela de El Pedregal.

Estado del edificio de la escuela de El Pedregal. / Reproducción de D. Á.

Otras deficiencias del edificio están en su exterior, con canalones goteando y unos alrededores poco adecuados para servir como zona de patio para los escolares: “Cuando llueve se llena todo de barro, no pueden hacer deporte allí y un autobús tiene que llevarlos a la Espina una vez a la semana para hacer educación física”.

La otra escuela tinetense integrada en el CRA, la situada en Tuña, tampoco se libra de las deficiencias y Monje denuncia que tiene una gotera desde principios de curso que cae en medio del aula.