Piantón revive "orgulloso" una tradición del siglo XVII "de las más antiguas de España"

"Lo llevamos en la sangre", dicen los vecinos que organizan el peculiar bandeo de pendones, que recrea el triunfo de la vida sobre la muerte

El bandeo de pendones, en Piantón.

El bandeo de pendones, en Piantón. / A. M. S.

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Piantón luce espléndido toda la Semana Santa porque sabe que las suyas son unas celebraciones "especiales", de esas que hacen sentir a una localidad orgullosa. Este pequeño pueblo de Vegadeo, que dista 800 metros de la capital del concejo, es conocido por mantener vivas las celebraciones religiosas que recuerdan la muerte y resurrección de Cristo desde hace 250 años.

"Tradición" es, de hecho, la palabra que más se repite entre los vecinos si se les pregunta los porqués de la masiva asistencia del pueblo al Domingo de Pascua. "Lo vivimos, está dentro de nosotros", resume Miguel Villanueva justo después de escenificar el bandeo de pendones que representa una lucha y triunfo de la vida sobre la muerte. "Es como una batalla del bien contra el mal", explica Villanueva y concreta que para hacer el bandeo hace falta maña, pero sobre todo, "vivirlo desde niño". Es el tercer año consecutivo que desplaza y mueve para el bandeo el mástil con la bandera negra. Ambos (bandera negra y blanca) son pesados. Durante el bandeo de pendones, que en realidad anuncia la próxima resurrección de Cristo y la alegría de la Virgen, la velocidad hace vibrar la tela dejando audible un sonido particular. Reina entonces el silencio y los que se dan cita en la plaza y ya cuentan con más edad, recuerdan "tiempos de niñez y mozos". "Siempre nos traían", resume Victorina Prieto, vecina de Baldedo. "Entonces había mucha gente, pero todo lo que se hace se mantiene intacto", añade. Para muchas vecinas como ella el bandeo de pendones, la escenificación de la alegría de la Virgen y la procesión no tiene similar. "Hablamos de una Semana Santa que se celebra desde hace siglos y que dejó algo aquí, en Piantón, y en Vegadeo", opina. 

Isaac de la Torre es la persona que se encarga de mover la bandera que representa la vida. ¿Es difícil? Él responde a esta pregunta como su compañero de batalla. "Lo ves desde niño y, de alguna manera, lo aprendes», apunta. «Mis abuelos eran de Piantón y es un orgullo poder participar", señala. 

El pueblo se une un mes antes para que la Semana Santa de Piantón sea posible. Cada uno tiene se papel y en la organización no sobra nadie. Como apenas hay menores en el pueblo, siempre se pide la colaboración de familiares para que un niño o niña represente al ángel que recita el "Aleluya" y colgado de un columpio, desde el arco decorado con flores por los vecinos, anuncia la buena nueva, la resurrección

Momento en el que Noa Monteserín, vestida de ángel, gritó "Aleluya, aleluya, aleluya".

Momento en el que Noa Monteserín, vestida de ángel, gritó "Aleluya, aleluya, aleluya". / A. M. S

de Cristo. Este año, el ángel fue Noa Arruñada. Su padrino, Alberto Arruñada, de Vegadeo, acudió a Piantón para verla. Hacía muchos años que no asistía y la asistencia le impactó: "Es verdad que han cambiado los tiempos, pero cuando era niño toda la plaza estaba llena". Su padre, Alfredo Arruñada, asiente. «"Es algo que pasa en toda la zona rural; aquí ha que valorar más que se mantengan estas tradiciones", sostiene. 

El cura, José Luis Rodríguez, es conocedor del trabajo del pueblo. "Tenemos tradición, tenemos devoción, tenemos cultura y tenemos patrimonio; Piantón debe estar orgulloso", destaca. Al final de la procesión, cumplidas la celebraciones religiosas, el párroco, que lo es desde hace cuatro años, agradece en vivo la asistencia y lanza un "hasta el próximo año". Mientras, el grupo de personas que se encargan de los preparativos de la Semana Santa guarda el palio que protegió a la representación del cuerpo de Cristo durante toda la procesión y a la imagen de la virgen. "Presta ver algo así", resume uno de los costaleros, Esteban Monteserín. 

Procesión que recorra el centro del pueblo y llega hasta el puente romano.

Procesión que recorra el centro del pueblo y llega hasta el puente romano. / A. M. S.