Los bustos de los Uría presiden el Salón de Plenos cangués

Las esculturas, labradas en piedra por el artista José Gragera y Herboso, fueron adquiridas por el Ayuntamiento en "reconocimiento a la valía de dos políticos cangueses que abrieron camino en el siglo XIX"

Por la izquierda, el busto de José Francisco Uría del Riego y el de su padre José Uría y Terrero.

Por la izquierda, el busto de José Francisco Uría del Riego y el de su padre José Uría y Terrero. / Reproducción de D. Á.

Los bustos de José Uría y Terrero y de su hijo José Francisco Uría del Riego, obra del escultor José Gragera y Herboso (Laredo (Cantabria), 1818 - Oviedo, 1897), presiden el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cangas del Narcea desde hace unas semanas. El Consistorio adquirió estas esculturas labradas en piedra a una heredera de la familia, María Teresa González Ferreiro, gracias a la colaboración y el interés de la asociación cultural “Tous pa tous. Sociedad canguesa de amantes del país” de sumar ambas obras “al patrimonio cultural del municipio”. El alcalde, José Luis Fontaniella, señala que su adquisición “es una forma de reconocer la valía de dos políticos cangueses que abrieron camino en el siglo XIX”.

José Uría y Terrero (Santulaya, finales del XVIII – 1861) fue la primera persona en ostentar el cargo de alcalde en Cangas del Narcea. Ocurrió en 1813, durante la corta vigencia de la Constitución de 1812. En 1833 con la llegada del Estado liberal y moderno, Uría y Terrero tuvo un papel importante en Cangas del Narcea. Ocuparía la representación del concejo en la última Junta General del Principado de Asturias en 1834 y 1835, y sería diputado provincial en la primera Diputación Provincial de Asturias, constituida en 1835 tras la disolución de la anterior institución.

Además, fue uno de los encargados de repartir la ayuda de la Junta de Caridad del Principado entre los vecinos pobres de Cangas del Narcea durante la hambruna que sufrió Asturias a mediados del siglo XIX y, junto a sus hijos José Francisco y Rafael, fue decisivo su papel en la entrega del desamortizado monasterio benedictino de Corias a los dominicos por parte del Estado.

Su primogénito, José Francisco Uría del Riego (Santaluya, 1819 – Alicante, 1862) dedicó su vida a la actividad política adscrito al partido liberal moderado. Ocupó diferentes empleos en el Ministerio de la Gobernación, fue elegido diputado en Cortes por el distrito electoral de Cangas del Narcea (desde 1857 hasta su fallecimiento en 1862), y entre 1858 y 1862 fue director general de Obras Públicas.

“Gracias a su empeño y trabajo se abrieron importantes carreteras, como la de Luarca-La Espina-Ponferrada, a través del puerto de Leitariegos; la línea de ferrocarril León-Gijón; se construyeron puertos y faros...”, destacan desde el Tous pa Tous, tras recordar que sus contemporáneos reconocieron su contribución a la modernización de Asturias y le dedicaron importantes calles en Oviedo, Gijón, Luarca y Cangas del Narcea.

Padre e hijo fallecieron con apenas unos meses de diferencia y la familia, para conservar su memoria, encargó sendos bustos a José Gragera y Herboso. En concreto, los adquiridos por el Ayuntamiento de Cangas del Narcea fueron encargados por la hija y hermana de ambos políticos, Lucía Uría del Riego, y su marido, Nicolás Suarez Cantón. Más tarde, fueron adquiridos por Fernando Blanco Flórez-Valdés y José Luis Ferreiro Blanco, parientes de la familia Uría y vecinos de la villa. Siendo en la actualidad propiedad de la heredera, María Teresa González Ferreiro.