La artesanía por dentro se muestra en Canero: El Centro de Apoyo a la Integración valdesano acoge dos talleres de cerámica y fieltro

La artesana gijonesa Eva Forcelledo llegó ayer al Centro de Apoyo a la Integración (CAI) de Canero (Valdés) dipuesta a mostrar su destreza con el fieltro, pero también a concienciar a la gente sobre "la cantidad de horas que lleva" cualquier trabajo artesano. "Es algo de lo que muchas veces no se da cuenta la gente y estos talleres sirven para eso y también para mostrar a la gente joven que la artesanía es también una salida, un modo de vida", cuenta esta integrante de la Asociación Cultural Mercado Ecológico y Artesano, que estos días están llevando por toda Asturias su evento Esencia Artesana con motivo de la cuarta edición de los Días Europeos de la Artesanía. Veinte personas, la mitad usuarios del CAI, participaron en la propuesta valdesana, la única programada en el Occidente, que sirvió para aprender a trabajar el fieltro y la cerámica.

"A la gente le encanta aprender cosas nuevas", añadió Forcelledo, dedicada al fieltro desde su taller gijonés Namiko. Su colega Vicen Sanz hizo lo propio con la cerámica, tratando de mostrar a sus alumnos todo el proceso de fabricación de una pieza, desde el trabajo con el barro fresco, al horno donde se funde el color y, finalmente, la elaboración de la pieza final. En el taller hicieron unos llamativos mosaicos con el nombre de Luarca. Uno de los alumnos fue Vicente González, que se mostró encantado con la experiencia. "Me lo paso mejor que ellos, intento que sea una experiencia agradable y divertida y, sobre todo, que vean todos los pasos del trabajo ", relata Sanz.

Amelia García, monitora del centro valdesano, explica que el CAI cuenta con una cooperativa educativa que les permite elaborar sus propios productos artesanos, que después venden en mercadillos de la región. Fue así como contactaron con la asociación gijonesa que lidera Esencia Artesana. Uno de los talleres impartidos ayer lo financió el colectivo y el otro el consistorio de Valdés. "Nosotros también nos sentimos artesanos y abogamos por la artesanía y a los usuarios les encantan las actividades nuevas. Esperamos que se pueda repetir porque estamos encantados", resume.

Los talleres tuvieron una duración de cuatro horas y un descanso para el café en el que se sirvieron unos bizcochos y bollinos de chorizo realizados por los usuarios del CAI en el taller de cocina. El CAI de Canero cuenta en la actualidad con diecinueve usuarios.