El pastoreo de cabras desde el móvil, un éxito en Somiedo que busca replicarse por toda Asturias

"Me da más tiempo libre porque tengo controlado al rebaño desde el móvil; lo recomiendo al cien por cien", señala el cabrero Borja Vior

Los visitantes observando las cabras de Borja Vior.

Los visitantes observando las cabras de Borja Vior. / R. T. C.

Una delegación de ganaderos ligados a la Denominación de Origen Protegida (DOP) Queso de Cabrales visitó ayer Somiedo para conocer el proyecto piloto que permite la gestión de rebaños con vallas virtuales o, lo que es lo mismo, a través de unos collares que permiten un control a distancia de los animales. El cabrero somedano Borja Vior lleva dos años probando este innovador sistema y los resultados no pueden ser mejores: "Me da más tiempo libre porque tengo controlado al rebaño desde el móvil y lo recomiendo al cien por cien".

Los productores de Cabrales, que aglutinan unas cuatrocientas cabezas de ganado, vieron con buenos ojos la propuesta. Y no son los únicos que han mostrado interés, también Ayuntamientos como el de Aller y parroquias rurales como la del Valledor (Allande) y Orlé (Caso) también se han interesado por esta tecnología. La iniciativa se enmarca en el proyecto Aldea Cero, de colaboración público-privada y financiado por la Secretaría General de Reto Demográfico, la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial y el Comisionado de Asturias para el Reto Demográfico, a través de la Fundación Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC). Su objetivo es experimentar y desarrollar modelos tecnológicos en el medio rural que se puedan aplicar en otras partes del territorio para unas aldeas del siglo XXI. Así lo expone el director general de Reto Demográfico, el santallés Marcos Niño: "Lo que queremos es que esto se replique. Es un método de pastoreo diferente. Sabemos que es una vida dura pero podemos hacer que sea un poco menos con la ayuda de la tecnología. Además es atractivo para la gente joven que se está incorporando".

El rebaño de Borja Vior.

El rebaño de Borja Vior. / R. T. C.

Niño indica que además de divulgar el sistema para que más ganaderos (puede usarse en diferentes cabañas) lo incorporen, también están trabajando desde Reto Demográfico con la idea de disponer de un software propio. "En lugar de alquilarlo estamos intentando diseñar uno propio", señala Marcos Niño, que recuerda que este tipo de collares como el que usa Borja Vior se pueden comprar solicitando ayudas de Medio Rural. No descarta que se pueda habilitar una línea específica para collares si tienen el éxito que esperan. En la visita a Somiedo estuvo acompañado también por la directora general de Agricultura, Agroindustria y Desarrollo Rural, Begoña López.

Cuenta Borja Vior, ganadero de 23 años, que en la actualidad dispone de treinta y tres cabras y ovejas y nueve collares. Solo con que los lleven las líderes del rebaño el sistema funciona. Están marcados unos límites virtuales que los animales no pueden sobrepasar, si lo hace, primero suena un pitido y después una pequeña descarga que les recuerda que deben cambiar el rumbo. "Los collares vinieron de Noruega y fuimos los primeros en probarlos aquí y vemos que el método funciona", apunta Vior que se incorporó a la ganadería de vacuno hace un año, aunque en su casa de Valle de Lago disponen de ganado caprino y ovino desde hace muchos años.