Entrevista | Carolina Sousa Catedrática de Microbiología de la Universidad de Sevilla, experta en enfermedad celiaca

"Siete de cada diez celiacos incumplen la dieta y eso conlleva la atrofia del intestino"

"Desarrollamos una herramienta que nos da una medida objetiva de consumo de gluten, rápida y no invasiva"

Carolina Sousa el sábado en Cangas del Narcea.

Carolina Sousa el sábado en Cangas del Narcea. / D. Álvarez

Cangas del Narcea está celebrando este fin de semana las VI Jornadas Cangas sin gluten, cuyo tema central es exponer la necesidad de que se realice un seguimiento médico periódico a los pacientes diagnosticados con enfermedad celiaca. Para abordarlo, el encuentro ha contado con la ponencia de la Catedrática de Microbiología de la Universidad de Sevilla, Carolina Sousa, que también es una de las investigadoras en celiaquía más relevantes de España.

¿Por qué es importante que el paciente celiaco tenga un seguimiento médico después del diagnóstico?

El único tratamiento para esta patología es la dieta sin gluten de por vida. Así, los pacientes celiacos piensan en la enfermedad al menos tres veces al día, cada vez que van a comer. Aunque aparentemente, desde afuera, para los que no son celiacos, parece fácil de llevar, es complejo. Y lo es porque aproximadamente más del 80 por ciento de los productos manufacturados que tenemos en los supermercados llevan gluten, porque el gluten es una proteína que se utiliza como espesante, entre otras cosas. Se ha visto que un porcentaje muy alto, que puede llegar al 70 por ciento de los pacientes, incumplen la dieta y eso conlleva a la atrofia del intestino, que tiene como consecuencia no asimilar los nutrientes o que pasen sustancias que no deben hacerlo al interior del organismo y ello no solo produce lesiones a nivel histológico, si no que a largo plazo puedes desarrollar otras patologías muy graves como distintos tipos de neoplasias. Además, hemos visto en estudios que a los pacientes que se les controla y siguen dieta, aunque al principio tenían lesiones histológicas, lo revierten y consiguen tener un intestino sano, por lo que es fundamental ese control periódico.

Su grupo de investigación ha dado con un método para detectar en la heces y orina restos de gluten, lo que se conoce como péptidos inmunogénicos del gluten (GIP). ¿Qué supone?

Antes los seguimientos médicos que se hacían eran a través de cuestionarios dietéticos, que son subjetivos. También se podía hacer serología, para ver la presencia del anticuerpo en sangre específico de la enfermedad, lo que es apropiado para el diagnóstico, pero se ha demostrado que no para el paciente ya con tratamiento, puesto que, aunque consuma gluten ya no le marca anticuerpos. Otra forma de hacer control era a través de la sintomatología, pero hay síntomas que no están relacionados con la enfermedad y pacientes que son asintomáticos. Así la idea que desarrollamos era la de buscar una herramienta que nos diese una medida objetiva de consumo de gluten, que fuese precoz, ya que lo detecta antes de que se den síntomas, y que fuese un método sencillo, no invasivo y rápido.

¿Ya se está aplicando el protocolo para realizar el seguimiento con esta nueva metodología?

A través de la Sociedad Española de la Enfermedad Celiaca sacamos un protocolo a nivel nacional en el que se especifica cómo se deben realizar los análisis y durante cuánto tiempo. Ahora mismo ya se está realizando en muchos hospitales de diferentes comunidades: en Andalucía, Madrid, en Cataluña, en Aragón, en Galicia, en Extremadura, pero en Asturias no. Poco a poco lo estamos implementando en el Sistema Nacional de Salud porque nuestra idea es que cualquier celiaco pueda beneficiarse de esta nueva técnica que es muy importante para el seguimiento de enfermedad.

¿Tener acceso a estos test puede hacer que mejore la adherencia a la dieta?

Lo que hemos visto es que a pacientes inseguros les da tranquilidad tener un test que se puedan hacer en casa para llevar un seguimiento y ver si lo están haciendo bien y si los alimentos que están consumiendo son seguros. Los test se pueden adquirir en la farmacia, pero queremos que sean accesibles a todo el mundo para que puedan beneficiar de estos avances y sabemos que no todo el mundo tiene recursos para ir a comprarlo periódicamente, cuando ya hacer la dieta sin gluten supone un coste adicional.

¿En qué momento está la investigación de terapias farmacológicas para la enfermedad celiaca?

Se están buscando tratamientos alternativos a la dieta sin gluten. Pero hay dos vías, la búsqueda de un tratamiento para que los celiacos puedan volver a consumir gluten, lo que será a mucho más largo plazo; y otra línea centrada en tratar una transgresión concreta, para minimizar sus efectos. Hay varias investigaciones, una de las más importantes es la de las enzimas que puedan ser capaces de degradar el gluten antes de llegar al intestino, hay hechos algunos estudios en la Universidad de Stanford. Otra, es hacer trigo transgénico con menos contenido de gluten.

¿Qué explicación le encuentra a que aquí haya un tres por ciento de la población celiaca?

Yo creo que puede haber dos explicaciones. Una es que haya cruces familiares, lo que se da en el pueblo saharaui donde hay un elevado porcentaje de celiacos. Otra cosa importante es el diagnóstico aquí, actualmente tan solo está diagnosticada el 20 por ciento de la población, porque es una enfermedad que muchas veces puede pasar desapercibida y, a lo mejor la realidad no es lo del resto de España, sino lo que está pasando en Cangas.

¿Cómo valora que se organicen estas jornadas de divulgación sobre la enfermedad?

Lo veo muy importante, porque le da visibilidad a la enfermedad. Además, existe mucha moda de comer sin gluten y es muy importante que se distinga bien, porque los pacientes celiacos tienen una patología y un tratamiento que seguir. Además, estas jornadas están llegando a todas partes de España, incluso en el extranjero ya suena y me parece que es un paso muy importante, porque para la gente de otras comunidades está siendo un referente y de paso están funcionando como atractivo turístico, mucha gente ha ido a Cangas para las jornadas y luego ha vuelto de turismo por Asturias.