Centenares de personas vuelven a manifestarse en defensa del hospital de Jarrio: "Atraviesa el peor momento de su historia"

Los manifestantes denuncian el aumento de las listas de espera, la bajada de la actividad asistencial y quirúrgica, así como la falta de especialistas

Manifestantes en la protesta del domingo en defensa del hospital de Jarrio.

Manifestantes en la protesta del domingo en defensa del hospital de Jarrio. / D. Álvarez

“Jarrio atraviesa el peor momento de su historia”. Este es el mensaje que presidió la manifestación convocada por la plataforma “Salvemos nuestro hospital”, que una vez más logró reunir a centenares de personas en el parking municipal de Jarrio (Coaña), en las inmediaciones del centro hospitalario, en la mañana del domingo. Una protesta con la que se quiso visibilizar el hartazgo de la población ante la “dramática situación” que, aseguran los convocantes, se está viviendo el área sanitaria I. Entre las razones que apuntan para volver a salir a la calle tan solo cinco meses después de la última concentración, que tuvo lugar el pasado 3 de diciembre, están el aumento histórico de las listas de espera, la bajada de la actividad asistencial y quirúrgica, así como la falta de especialistas.

El portavoz de la plataforma, el geólogo Carlos López, detalla con datos cuál es la situación actual del hospital: “Nunca hubo unas listas de espera tan grandes como las de ahora, con más de 4.100 pacientes esperando, 1.200 más que hace un año, y nunca las esperas fueron tan largas; nunca la actividad asistencial fue menor, hay la mitad de consultas que se pasaban hace 7 años en el hospital de Jarrio, en marzo de 2017 hubo 7.300 consultas, siete años después fueron 4.600”.

Añade además que las esperas para una operación son de 162 días, 50 más que hace un año y también que la media regional y recalca que en marzo “solo se hicieron 158 operaciones, 51 menos que el año pasado”, habiendo 900 pacientes que están a la lista para ser operados, lo que son 130 personas más que en 2023. Asimismo, recuerda que el hospital carece de dermatólogo, urólogo, otorrino, geriatra, cirujanos y neurólogo.

López no se olvida de la atención primaria en el área sanitaria I y asevera que “está pasando por lo mismo, no se están cubriendo las bajas de profesionales y se está produciendo desatención, porque los profesionales están saturados”.

La cancelación de la citas programadas o pospuestas para meses después o incluso un año, fue otra de las denuncias que compartieron los usuarios del hospital. De hecho, “la salud no se cancela” se convirtió en el lema de esta protesta y fueron muchos los asistentes que portaron pancartas con este mensaje. En otros carteles se podían leer frases como: “Queremos soluciones, no cancelaciones”, “Salvar nuestro hospital es salvar al Occidente”, “No hay Occidente sin hospital” o “¡No es política, es sanidad!”, entre otras.

Durante la concentración, que se alargó una hora, tomaron la palabra vecinos de diferentes puntos del Noroccidente para exponer su punto de vista sobre la situación que está atravesando el hospital y aportar sus propias vivencias personaless, que en algunos casos emocionaron a los asistentes y arrancaron grandes ovaciones.

Vecinos que intervinieron en el acto durante la protesta, en el palco.

Vecinos que intervinieron en el acto durante la protesta, en el palco. / D. Álvarez

“Ahora estamos en una situación caótica de cancelaciones de citas diarias y listas de espera infinitas. Y esto no es lo normal”, denunció la vecina de Puerto de Vega Carmen Méndez que también puso el foco en el perjuicio que supondrá “la fusión de áreas” que a su parecer resultará de la reestructuración del mapa sanitario que está promoviendo la consejería de Salud.

Inocencia Díaz Hilario, vecina de Tapia, expuso las consecuencias de la merma de servicios en Jarrio, que confiesa que está haciendo que “muchas personas estemos recurriendo a la sanidad privada porque, por sus carencias, el sistema público deja mucho que desear, no cumple ni cubre nuestras expectativas”.

Mientras que Claudia Fernández, vecina de Navia, explicó como los vecinos ya no se sorprenden por recibir una cancelación de su cita: “Cuando se acerca la fecha de la consulta, ves venir al cartero y te echas ya a temblar porque intuyes lo que trae, una carta de cancelación”.

Una situación que se recreó al finalizar las intervenciones por parte de dos figurantes vestidos de carteros de antaño que repartieron entre los asistentes notificaciones en las que se podía leer: “Cita cancelada”.

Reparto de las notificaciones de "Cita cancelada" entre los asistentes a la protesta.

Reparto de las notificaciones de "Cita cancelada" entre los asistentes a la protesta. / D. Álvarez

El cierre del acto corrió a cargo de la alcaldesa de Villayón, Estefanía González, que aseveró que “percibimos que la situación se deterioró en los últimos meses aún más de lo que estaba, vemos que cada día hay menos especialistas y no solo eso, las pruebas diagnósticas se están derivando a otros hospitales, incluso las más básicas.”

En su discurso reclamó una plantilla estable de especialistas, que se cubran las bajas y las jubilaciones desde el minuto uno en atención primaria, que se ponga fin a las continuadas derivaciones a otros hospitales, que nadie espere por una prueba u operación más de lo establecido por ley y que se ejecuten las obras pendientes en el hospital de Jarrio.

A la protesta también asistieron otros alcaldes populares del Noroccidente, como la de Coaña, concejo en el que está establecido el hospital, Rosana González, que expuso como “constantemente, recibimos anulaciones de citas y derivaciones a hospitales de la zona centro; cuando en esta comarca viven personas mayores, que en muchas ocasiones no tienen familia cercana, y desplazarse para ellos supone una enorme dificultad y un gran sacrificio”.

Además, asistió el presidente del PP, Álvaro Queipo acompañado por diputados regionales, la candidata a las elecciones europeas Susana Solís, el senador y vicesecretario José Manuel Rodríguez “Lito” y la diputada nacional Esther Llamazares. Queipo acusó al gobierno del Principado de “no hacer nada por este hospital ni por esta área sanitaria”; y, por tanto, considera que “es de justicia que los vecinos alcen la voz”.