Entrevista | Aquilino Alonso Gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa)

Aquilino Alonso, gerente del Sespa: "Tenemos problemas puntuales en algunos servicios con pocos profesionales, pero Jarrio es un hospital más que competente"

«En Dermatología podremos anunciar una solución en poco tiempo y en Neurología estamos recibiendo apoyo del hospital San Agustín hasta que consigamos los refuerzos que estamos buscando»

Aquilino Alonso en su despacho del Sespa.

Aquilino Alonso en su despacho del Sespa. / David Cabo

Cientos de personas se dieron cita el pasado domingo en una manifestación convocada por «Salvemos nuestro hospital» (plataforma impulsada por el PP) para denunciar que el centro sanitario de referencia para el Noroccidente vive «el peor momento de su historia» y reclamar soluciones. El gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), Aquilino Alonso, responde a esta situación y defiende la asistencia que se presta en el centro coañés, al que defiende con cifras.

-¿Qué le parece este malestar ciudadano?

-Entendemos el interés de los vecinos del Noroccidente por mejorar la atención sanitaria en la comarca, es algo que compartimos en el Servicio de Salud y en el Gobierno del Principado. Conocemos sus inquietudes que nos han trasladado en el marco del consejo de salud y estamos haciendo todo lo posible por ofrecer una atención sanitaria de más calidad, como siempre hacemos en el Servicio de Salud, con especial esmero en aquellas áreas en las que tenemos más dificultades. Tenemos una buena Atención Primaria en la zona, con problemas puntuales, pero que resuelve la mayoría de los problemas de salud de la población, y un buen hospital. En el Sespa conocemos bien la importancia y el valor que tiene el Hospital de Jarrio desde el punto de vista asistencial en toda la zona, pero también en el conjunto de la red del Principado. Es un centro que para nosotros resulta imprescindible. Al igual que el resto de hospitales comarcales que tenemos en Asturias, es un elemento esencial de la atención y una seña de identidad. Jarrio es un hospital con buenos resultados asistenciales, en el que estamos acometiendo inversiones importantes. En el que hemos aumentado significativamente su plantilla de profesionales –hemos pasado de 1.324 a 1.660 en unos años-- y en el que, efectivamente, tenemos problemas puntuales en servicios, con pocos profesionales, en los que nos cuesta cubrir las bajas debido al déficit de médicos que existe en todo el Estado. Cuando no podemos contratar profesionales, estamos recurriendo a las movilidades por razones del servicio del personal de otras áreas para mantener la actividad. En lo que va de año, llevamos ya 238 movilidades, pero esto no es un problema específico ni de Jarrio ni del área. Es global. Es una situación que afecta al conjunto del Sistema Nacional de Salud que adolece de una clara carencia de profesionales y que se agudiza en determinadas especialidades. Por eso creo que es también una cuestión de justicia reconocer y agradecer el esfuerzo y el compromiso de los profesionales del sistema público que están poniendo mucho de su parte para garantizar la atención. También estamos trabajando en muchos frentes para atraer profesionales y pensamos que en el medio plazo la situación mejorará. Entretanto, estamos haciendo un esfuerzo mayor para mejorar los tiempos de respuesta a las necesidades de salud de los pacientes.

-La plataforma convocante sostiene que es el peor momento de la historia del hospital, con menos consultas e intervenciones que nunca. ¿Qué le responde?

-No sé qué datos son los que manejan, pero esa no es desde luego nuestra percepción ni lo que avalan nuestros datos. En tecnología, el hospital de Jarrio nunca ha estado tan bien equipado como ahora. Eso es algo indiscutible. En número de profesionales, ya lo veíamos antes, 336 más. Y en actividad, hay que tener en cuenta que está sujeta a varios factores. Pero los datos están ahí. En abril de 2019, el último año antes de la pandemia, se realizaron 198 cirugías. El mes pasado, 215. Se está atendiendo bien toda la indicación de demanda quirúrgica y seguimos sin pacientes con más de 180 días de demora. En consultas, cerramos 2023 con 62.753 consultas, algo por debajo de la media de los últimos años pero con más consultas globales que en 2017, 2018 o 2021. Este mes hemos realizado 54 colonosocopias, 288 mamografías, 346 ecografías, y 168 TC. El mismo mes, el año anterior hicimos menos pruebas y técnicas en conjunto y, en el último año antes de antes de la pandemia, en el mes de abril, también hicimos menos. Los números en cualquier caso no son lo determinante. Indican tendencias que nos ayudan a planificar y a evaluar pero, para nosotros lo importante es lo que está detrás de los números que son las personas, poder dar a cada paciente una respuesta adecuada a su enfermedad. Y para eso tenemos que seguir mejorando los tiempos de respuesta.      

-Hace unos días un vecino de Coaña de 42 años con sospecha de párkinson denunció que le retrasan un año la primera consulta de Neurología por la que ya llevaba esperando medio año. Casos así se repiten en la zona. ¿Está al tanto de esta situación?

-No conozco el caso concreto y, por lo tanto, no puedo valorarlo. Tampoco podría hacerlo en ningún caso ya que afecta a la confidencialidad del paciente. Sí que les puedo decir que hubo una baja inesperada en ese servicio que nos obligó a reprogramar la actividad y que a esos pacientes se les verá próximamente. Estamos haciendo todo lo posible para reforzar los servicios en los que trabaja un menor número de profesionales para evitar estas situaciones, dar una respuesta ágil, de calidad y en el propio hospital, evitando los desplazamientos de los pacientes. Pido disculpas a los pacientes perjudicados por esta situación y que han visto demoradas sus consultas hasta que pudimos activar el plan de contingencia para reprogramarles las citas.

-Son varias las especialidades de Jarrio donde actualmente no se pasa consulta, caso de Dermatología o Neurología ¿Qué se está haciendo desde el Principado para solucionarlo?

-Lo mismo que en otros puestos de difícil cobertura. Tratar de atraer profesionales. En el caso de Dermatología pienso que en poco tiempo podremos anunciar una solución y contar con un especialista que se incorpore a la plantilla. Entretanto estamos dando servicio con profesionales del HUCA y de Cabueñes.  En Neurología, estamos recibiendo apoyo del Hospital San Agustín con dos especialistas que pasan consulta en Jarrio hasta que consigamos los refuerzos que estamos buscando. Tenemos que seguir mejorando en la respuesta en red que damos desde el conjunto de la organización. Jarrio en su día fue la punta de lanza de importantes avances en telemedicina como ocurrió con las consultas de teleoftalmología. Ese programa que fue pionero en Jarrio se exportó luego a toda la red del Servicio de Salud. Ahora tenemos un programa importante de teledermatología, donde lo que viaja es la imagen de las lesiones de los pacientes y que evita desplazamientos desde Atención Primaria al hospital. Consultas virtuales colaborativas, el uso de la inteligencia artificial como herramientas de ayuda al diagnóstico, son algunas de las cuestiones en las que estamos trabajando y que pronto serán una realidad en Jarrio y en el resto de Asturias. 

-¿Es Jarrio el hospital de Asturias con más problemas para lograr profesionales?

-Tenemos especialidades, sobre todo médicas, con mucha escasez de profesionales y esto es un problema que, como le decía, afecta al conjunto de la sanidad del país. Obviamente, cuando la oferta de empleo es tan amplia, los profesionales escogen donde quieren trabajar y en algunos casos, optan mayoritariamente por los hospitales del centro de Asturias. Por ello estamos trabajando, entre otras medidas, en una categorización de puestos de difícil cobertura que nos permitirán incentivar a los profesionales para que esos puestos les resulten atractivos y los escojan. También hemos mejorado las condiciones laborales de la plantilla, hemos abierto un proceso extraordinario de carrera profesional y estamos ofreciendo contratos de tres años a los que acaban su formación en Asturias como especialistas que es lo máximo que nos permite la ley.

-¿Qué se está haciendo para atraer médicos a las alas?

-Entiendo que usted vea el problema como una cuestión casi local, pero le aseguro que no es un problema solo de las alas. Tenemos puestos de difícil cobertura en otras áreas sanitarias. Este déficit de especialistas, entre otras razones, es consecuencia de las medidas de reducción de la oferta formativa que tomó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 y tardaremos aún algo de tiempo en virar esa situación. Entretanto, como le decía, cuando dispongamos de ese marco bien definido, podremos mejorar los incentivos para atraer profesionales a estas plazas. En el caso concreto de Jarrio, tenemos que tener en cuenta que cuando se trata de incorporar a un especialista a la plantilla, el profesional tiene por lo general varias oportunidades no solo en el centro de Asturias, también en otros hospitales. Jarrio compite con otros hospitales de capitales de provincia y de otras ciudades de tamaño medio y grande de fuera de Asturias. Y con todo, tiene una plantilla de profesionales de calidad, con buenos resultados asistenciales que en algunos casos es excelente. Con buenos datos de listas de espera y de calidad asistencial y con una de las mejores listas de espera de Asturias. Con mejoras sensibles como la última que hemos incorporado en la farmacia hospitalaria. Es un hospital bien equipado para el grado de complejidad, comprometido con la excelencia en la atención, y un muy buen lugar para trabajar y desarrollarse profesionalmente. Seguramente seguirán surgiendo dificultades inherentes a la actual situación de falta de profesionales, pero pueden estar seguros de que el compromiso del Servicio de Salud y del Gobierno con el área I es total.

-En general ¿Cómo ve la situación del hospital de Jarrio?

-Lo veo como un hospital muy competente para su nivel de complejidad y capacidad. Tecnológicamente muy avanzado. Somos conscientes de las dificultades que existen para cubrir determinadas especialidades, como ocurre en el conjunto del Sistema Nacional de Salud. Estamos trabajando en ello, con los procesos de estabilización y la captación de profesionales fuera de Asturias, para resolver estas cuestiones en el menor tiempo posible. Pero es un centro que, junto con la Atención Primaria, resulta más que competente para dar una respuesta de calidad, en el área sanitaria, a la inmensa mayoría de los problemas de salud de la población. Un hospital que tiene buenos servicios, bien dimensionados, con unas listas de espera mucho mejores que las de la media de Asturias y mejores también que las de la media del país. Un hospital que es también un centro de actividad económica y de empleo de calidad, que contribuye a fijar población en la zona, y que es muy importante en el Noroccidente asturiano, que está en un momento de cambios y reformas del que saldrá un centro sanitario mucho mejor equipado, mejor dotado y más confortable desde el punto de vista asistencial, y que tiene un gran futuro por delante como una pieza esencial de la red pública del Sespa.