Convocado por cuarta vez el juicio contra 30 personas por el vídeo sexual de San Timoteo

Las acusaciones piden hasta tres años de prisión para los procesados por difundir las imágenes de una pareja grabadas en las fiestas de 2010

Marián Martínez

Marián Martínez

El salón de plenos del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), en Oviedo, acogerá el próximo día 4 de junio el juicio por el vídeo sexual de las fiestas de San Timoteo de 2010. Esta es la cuarta vez que se convoca. Una treintena de acusados por su difusión se sentarán en el banquillo con solicitudes de penas que van desde el año de prisión que pide la Fiscalía hasta los tres que demanda la acusación particular.

Tras ocho años de instrucción, el juicio se suspendió por tercera vez en noviembre de 2023 al no comparecer seis de los 30 acusados. Fueron la Fiscalía y las acusaciones particulares las que solicitaron esta suspensión, ya que si se juzgaba a los acusados por separado, se podría dar un problema de disparidad de sentencias y vulneraría el derecho de defensa, lo que podría derivar en una nulidad de actuaciones.

Este juicio se tendría que haber celebrado en el Juzgado de lo Penal 2 de Avilés, pero el elevado número de acusados lo hacía inviable. De ahí que se haya trasladado al TSJA, en Oviedo.

Los hechos se remontan a las fiestas luarquesas de 2010, cuando una pareja decidió alejarse del bullicio y buscar un lugar discreto en una de las arboledas que rodean el prao de la romería para practicar sexo. Sin ellos saberlo, alguien les grabó con un teléfono móvil un vídeo de casi cinco minutos, que posteriormente acabó colgado en una web a la que se subían imágenes semejantes de personas sorprendidas en situaciones similares en espacios públicos.

Pero nadie sabía que esto era así, hasta que en 2015 un naviego reconoció a la protagonista del vídeo, vecina de la zona. Y no tuvo mejor ocurrencia que bajar la grabación de internet y difundirla por WhatsApp. Fue cuestión de horas que alcanzara dimensión viral, e incluso hubo grupos de difusión, lo que provocó que las visualizaciones se multiplicaran exponencialmente.

La joven que aparecía en el vídeo se enteró de la difusión por una amiga y presentó una demanda por atentar contra su intimidad y el derecho al honor, y posteriormente se unió a ella el joven que salía con ella. La investigación se puso en marcha y la Guardia Civil llegó a interrogar a un centenar de personas tras rastrear el envío del vídeo.

Las consecuencias para los protagonistas fueron nefastas, según los letrados de la defensa. Hasta se hicieron "memes" ofensivos con la mujer, y ambos se vieron incluso obligados a abandonar su vida y actividades cotidianas.

La Fiscalía solicita para cada uno de los acusados un año de prisión y 15 meses de multa, con una cuota diaria de 10 euros (4.500 euros en total). Las acusaciones particulares piden tres años de prisión, multa de 8.640 euros y el pago de una indemnización a cada uno de los afectados de 20.000 euros, por daños morales.