El Occidente es una de sus alas, y Asturias una de las provincias del Norte, un territorio lejano, verde, montañoso, donde llueve, y se come en abundancia. Tan poco influyente en el resto de España, que hay quien confunde asturianos y gallegos, como en el "caso Kitchen".
Nuestro clima en verano sigue siendo variable y para colmo este año hemos de soportar la maleta de una epidemia maligna, aderezada del miedo que nos infunden desde distintos frentes. Pese a todo Asturias y el Occidente estuvieron a reventar. Ruego encarecidamente a quienes rigen nuestros municipios que eviten la arrogancia que en demasiadas ocasiones exhiben y no se crean que sus medidas raquíticas y poco originales influyeron para atraer a los visitantes.
En cambio, no estará de más reconocer al Gobierno de Javier Fernández el haber sabido contener la hemorragia a que se está condenando al Servicio Público de Salud.