Opinión

Ribadeo, capital del Occidente de Asturias

Durante decenios clamamos para que un puente sobre la Ría del Eo nos acercara como buenos primos y hermanos que somos, a gallegos y asturianos. Creíamos que solo de este modo, dicho acercamiento redundaría en un beneficio recíproco para ambas comunidades. No ha sido así. Desde 1987 Asturias y Galicia están mucho más cerca, sí, sobre todo para que los asturianos dejemos nuestras "divisas" a los vecinos gallegos, en detrimento de nuestras pequeñas y medianas empresas.

Desde hace 35 años, las grandes superficies gallegas de todos los tamaños, marcas y colores, están mucho más cerca de Asturias; tanto como el comercio en general, las tabernas y el ocio. Pero ahora, además, y por si fuera poco, también los estudios de formación para la juventud del Occidente asturiano; es decir, los mismos estudios que el Gobierno de Asturias le niega. Con este panorama, nada extraña, además, que muchas parejas de esta comarca apuesten por vivir en Ribadeo donde la oferta inmobiliaria también resulta mucho más atractiva.

Los astilleros asturianos de Gondán y Armón son dos ejemplos empresariales que se superan cada año, que son reclamados por medio mundo, y que además fijan población joven al esqueicido Occidente.

Hace tiempo que dichos astilleros vienen reclamando trabajadores formados para emplearlos directamente, sin que el Principado de Asturias responda. Lo denuncié en estas mismas páginas, con el título "El astillero no tiene quien le escriba", en LA NUEVA ESPAÑA del 2 de marzo de 2021.

A todo esto, y menos mal, el alcalde de Navia, sede de uno de los astilleros en cuestión, ha sido presidente de la Federación Asturiana de Concejos, cargo que en la actualidad ocupa la alcaldesa de El Franco. Una entidad, dicha federación, que no vale absolutamente para nada, salvo para gastar del erario autonómico casi dos millones de euros anuales en alquiler del edificio que ocupa en el centro de la ciudad de Oviedo.

Pues eso, que Ribadeo, ojo avizor, es quien imparte los cursos de formación para los trabajadores de los astilleros de Figueras y Navia. ¿Alguien se imagina que nuestros trabajadores de Arcelor tuviesen que formarse en Cantabria? Menos mal, también, que nuestro Presidente Barbón presume de ser asiduo visitante de fin de semana por el Occidente de Asturias, lo que exhibe en su perfil social con gran alarde de palmeros.

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