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Jack Bender: De “Juego de niños” a “Juego de tronos”

"Perdidos fue, creo, el primer éxito televisivo de internet, de la misma forma en la que Obama fue el primer presidente americano de internet, y dicen que John Kennedy el primer presidente televisivo"

Perdidos.

Algunos grandes nombres pasan injustamente desapercibidos para el público. Incluso cuando arrastran consigo una enorme responsabilidad en la creación y desarrollo de enormes éxitos cinematográficos o televisivos, el espectador medio no reconocería sus credenciales de inmediato. Si hablamos de Perdidos (Lost, 2004-2010) o de Juego de tronos (Game of Thrones, 2011-2019), seguramente los primeros nombres que se le vengan a la cabeza a la mayoría de la gente sean los de J.J. Abrams y Damon Lindelof en el primer caso, y George R.R. Martin, David Benioff y D.B. Weiss en el segundo. Sin embargo, de tanta importancia como la de los aludidos está revestida la persona de Jack Bender, responsable de la producción y dirección de muchos de los capítulos más memorables de estas series y de otras como Los Soprano (The Sopranos, 1999-2007), Alias (2001-2006) o Carnivàle (2003-2005).

Con él hemos tenido la oportunidad de hablar en exclusiva para este periódico y repasar su amplia carrera, llena de hitos televisivos que continúan hasta la actualidad e incluso preparan novedades, centrándonos en las partes más terroríficas y fantásticas de su obra.

Una imagen de Juego de Tronos.

Décadas antes de haber tenido que lidiar con el juego de tronos de los clanes Stark, Lannister y Targaryen, Jack Bender se había adentrado para la gran pantalla en otro juego mortal, por mucho que fuese un juego de niños. Ya que tal es el título original de la saga del juguete asesino Chucky, de la que nuestro invitado dirigió su tercera entrega, la infravalorada Muñeco diabólico 3 (Child’s Play 3, 1991).

Bender nos cuenta cómo llegó a la franquicia, lo cual curiosamente fue gracias a un título relacionado con el imaginario infantil, aunque mucho menos siniestro: “Yo había dirigido una película para televisión que era preciosa llamada El soñador de Oz, que era la historia de la vida de L. Frank Baum, y la creación y la lucha para conseguir escribir y después publicar El mago de Oz. Porque nadie quería publicar El mago de Oz, porque nunca había habido antes un cuento de hadas infantil en formato novela. David Kirschner, que era el productor ejecutivo de Muñeco diabólico y junto a Don Mancini había creado la película original de Muñeco diabólico, después de que yo hubiese hecho El soñador de Oz y hubiese sido un gran éxito, me preguntó si estaba interesado en hacer Muñeco diabólico. La razón por la que decidí hacerla fue que era fan de la primera. No tanto de la segunda, pero de la primera sí. Me pareció que era genial. Lo que me pareció que era tan efectivo de Muñeco diabólico 1 es que era como Pedro y el lobo. Está basada en ese mito, en el sentido de que, como padre, digamos que tienes un hijo de unos ocho años, que te dice ‘Tiré a nuestro vecino -en este caso era su tía en Muñeco diabólico 1- por la ventana porque el muñeco me dijo que lo hiciera’. Llevarías inmediatamente a ese niño a un psiquiatra y dirías ‘Este niño necesita ayuda, porque claramente el muñeco no le dijo a nuestro hijo que matase a esa persona’. Y como padre, como ser humano, creo que el hecho es que el público sabía que el niño decía la verdad. Y sin embargo como persona, como persona racional, nunca creerías al niño. Y eso me pareció una premisa maravillosa para un film de terror”.

"Muñeco diabólico 1 se basa en el mito de Pedro y el Lobo; el público sabe que el niño dice la verdad cuando avisa que ha tirado a su tía por la ventana pero un padre nunca le creería y eso me pareció una premisa maravillosa para un film de terror”

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La poco valorada tercera parte, además de caer víctima de una mala fama ajena a la misma por haberse relacionado con un macabro asesinato ocurrido en el Reino Unido, no estuvo exenta de dificultades durante su rodaje, sumadas a la necesidad de trabajar con niños en el reparto.

Bender recuerda: “La verdad, estábamos en una estación terriblemente lluviosa en Los Ángeles, y nuestra localización era en el bosque a las afueras de Los Ángeles, que se había inundado, así que tuvimos que rodar un montón en estudio, incluyendo la montaña rusa, la atracción, de la que construimos gran parte en la Universal. Y fue difícil lidiar con la lluvia. Y para conseguir que el muñeco actuase, lo teníamos ante la cámara y esto era antes de la época del video assist, yo estaba allí al lado de los actores, y a veces al lado del muñeco, dirigiendo el muñeco, pero en realidad dirigiendo a los marionetistas, y tratando que me diesen un aspecto más airado y esas cosas. Así que de alguna forma era como si estuvieses trabajando con personas, pero no lo estabas. Con niños he trabajado mucho a través de los años y es un proceso muy diferente. Creo que todo arte es sacar conejos del sombrero, y hacer algo que no es la vida pero quieres que parezca la vida, y creo que los que lo hacen mejor son aquellos a los que no ves sacar el conejo del sombrero. Y cuando trabajas con niños es complicado porque especialmente si el material es oscuro tienes que tener mucho cuidado de hacerles saber que no es la vida real”.

Los Soprano

De un monstruo de látex que solo puede existir en la ficción, a unos monstruos muy humanos y reales. Uno de los títulos más prestigiosos de la carrera de Jack Bender lo es también de la historia de la televisión: la gansteril Los Soprano.

El director nos cuenta sus experiencias en la aclamada serie: “Bueno, Los Soprano fue una experiencia maravillosa. David Chase y yo habíamos trabajado juntos en otra serie llamada Tiempo de conflictos, que era maravillosa. Trataba de la segregación en el Sur en los 60. Y cuando David hizo esta y me llamó, en ese momento HBO… Yo escribí y dirigí un cortometraje llamado A Real Naked Lady, que fue el primer cortometraje que compraron para emitir durante la época de los Premios de la Academia en la HBO y Showtime, en aquella época. Lo cual es una locura. Y no había drama en la HBO en esa época. Y David Chase escribió esta cosa que mucha gente no quería hacer, como todo lo grande y que rompe moldes, sea Los Soprano o Perdidos. Sabes, básicamente Chris Albrecht de la HBO tuvo el buen criterio de emitirla, pero nadie sabía lo que resultaría, David creía que era la serie de televisión más extraña que se había hecho. Nadie sabía en qué se iba a convertir. Ese también es el caso de Perdidos. Y David me pidió originalmente que la hiciera pero yo no estaba disponible, estaba haciendo otras cosas, y finalmente llegué a ella en la quinta temporada y acabé haciendo creo que cinco episodios. Y para mí fue una experiencia simplemente maravillosa hacer un trabajo que me encantó con actores de extraordinario talento. James Gandolfini, bendita sea su memoria, estaba en lo alto de la lista. Edie Falco… todo el mundo. Fue maravilloso hacer esa serie, y cambió la televisión. Tengo muchos, muchos grandes recuerdos de cómo fue rodar esa serie. Sabes, estábamos en medio de Greenwich Village a las tres de la mañana mientras llovía en invierno, y teníamos un personaje que le daba una paliza a otro tipo de la mafia, y entonces se bajaba la bragueta y meaba sobre él. Y yo pensaba ‘¿Dónde más tienes la oportunidad de hacer una escena así como director? ¡No hay muchos sitios!’”

"Chris Albrecht de la HBO tuvo el buen criterio de emitir Los Soprano, pero nadie sabía lo que resultaría, David Chase creía que era la serie de televisión más extraña que se había hecho. Nadie sabía en qué se iba a convertir"

Jack Bender - Cineasta

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Si cabe, un fenómeno todavía mayor que el de Los Soprano fue Perdidos, con millones de telespectadores sintonizando cada episodio de las vivencias de un variado grupo de supervivientes a un accidente de aviación confinados en una isla. Nuestro entrevistado dirigió un enorme número de episodios de esta serie, llegando a convertirse temporada tras temporada en su principal responsable, incluso por delante de J.J. Abrams.

Bender nos cuenta los inicios del proyecto y de su implicación, así como las claves de su éxito: “Perdidos fue, creo yo, el primer éxito televisivo de internet. Creo que de la misma forma en la que Obama fue el primer presidente americano de internet, y dicen que en su día John Kennedy fue el primer presidente televisivo. Creo que, al principio, cuando J.J. Abrams rodó ese piloto, que era brillante, y básicamente tenían todo el dinero que necesitaban y más, el jefe de la cadena realmente lo quería, nadie más lo quería, yo pensé que el piloto estaba tan bien hecho que cuando me pidieron ser el showrunner creativo como director y productor en Hawái fui muy cauto porque pensé ‘¿Cómo demonios puedo mantenerme al nivel de esa clase de alto valor de producción y hacer esa serie semana a semana?’ Porque, si recuerdas, había entre veintidós y veintiséis episodios por temporada. Ahora solo haces entre ocho y diez, a menos que hagas televisión en abierto, pero yo mayoritariamente hago streaming y cable. Pero el caso es que haces entre ocho y diez episodios, y eso es mucho más factible. Cuando estás haciendo veintidós, veinticuatro episodios, es una cosa si estás haciendo una serie residual de culto. Pero cuando estás haciendo algo muy grande y muy difícil no puedes hacer tantos. Y cuando empezamos Perdidos fue un desafío, porque Damon [Lindelof] y yo dijimos que la única forma en la que podíamos sacar esto adelante es si de alguna manera yo encontraba una forma de combinar una enorme amplitud cinematográfica con lo íntimo de los personajes. Y el segundo episodio que hicimos, que fue el que realmente descubrió la serie, fue Expedición, la historia de John Locke. El piloto salió, y entonces el segundo episodio, creo que se llamaba Tabla rasa, en el que, como en muchas series, más o menos tratamos de servir de puente para conducir el piloto a convertirse en la serie, y eso a veces es algo muy difícil de hacer, pero el segundo episodio que yo rodé, llamado Expedición, ese fue el episodio en el que realmente encontramos el hilo tanto cinemático como temático de la serie. Y también, la otra razón por la que tuvo éxito, según creo, es que teníamos un grupo extraordinario de actores multirraciales. Era un reparto muy singular. Y creo que cualquier gran serie de televisión no trata solo de lo que trata, sino que trata de la gente que estamos viendo. Y a menos que te impliques con esa gente, incluso si simplemente te encanta odiarlos, pero de alguna forma tienes que amarlos y querer pasar tiempo con ellos.”

La serie "Peligros"

Jack Bender fue también el responsable de dirigir el polémico y divisivo episodio final de la serie, sobre el que los fans todavía no se han puesto de acuerdo hoy en día, siendo mucho más vocal el sector de los mismos cuya opinión sobre él oscila entre decepcionante e infame.

El realizador nos expone sus razones para defender esta conclusión: “Sé que nos llovieron las críticas por el final, y sé de muchos fans que todavía me ponen a caldo por él, porque querían algún tipo de final con truco, venían a hablar conmigo sacando conejos del sombrero, querían algo muy intrincado, como que suena el teléfono rojo, y lo desentierran de la arena, y es la CIA, y dicen ¡han descubierto la isla!, y abrimos el plano más y más y más y más y estamos en medio del espacio. Querían algo realmente efectista y artificioso que fuese a ponerlo todo patas arriba. Y sabes qué, lo que decidieron Damon y Carlton [Cuse], con lo que yo estuve totalmente de acuerdo, era que en el fondo la serie trataba sobre las personas, y era sobre personas con las que vives, personas con las que pasas tu tiempo, personas con las que te ha puesto el destino, que te puso en ese avión que se estrelló, y todo lo que dijimos que había ocurrido realmente había ocurrido. La serie trataba de cómo vivimos nuestras vidas, y las mentiras que nos contamos, y por qué cosas debemos ser perdonados, y cómo nos hacemos mejores personas”.

"La serie Perdidos trataba de cómo vivimos nuestras vidas, y las mentiras que nos contamos, y por qué cosas debemos ser perdonados, y cómo nos hacemos mejores personas”

Jack Bender - Cineasta

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Bender muestra así su querencia específica por este episodio final incluso desde antes de su realización, habiendo sido él mismo quien decidió hacerse cargo de él personalmente a pesar de que la serie contaba con un equipo de realizadores rotatorio: “Teníamos varios directores maravillosos en la serie, pero generalmente yo hacía el primer episodio y el último de cada temporada, y a lo largo del resto de la temporada tal vez otros seis episodios. Y al final J.J. consideraba que la serie era más mía que suya. J.J. siempre había tenido la intención de hacer el piloto con Damon y apartarse, y estuvo ahí como asesor de la primera temporada, y fue un gran apoyo y un verdadero fan, pero J.J. se fue a hacer Misión: Imposible y nos dejó la serie a mí y a Damon, y luego Carlton se nos unió. Y creo que a J.J. le preguntaban si él iba a dirigir el final y decía ‘No, lo va a hacer Jack’. Así que siempre planeé hacerlo yo”.

"Sé que aún hoy los fans de Perdidos me ponen a caldo por el final; querían algo realmente efectista y artificioso que fuese a ponerlo todo patas arriba. Pero, el fondo, la serie trataba sobre las personas"

Jack Bender - Cineasta

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Habiéndose convertido ya en uno de los directores y productores imprescindibles de la televisión estadounidense del nuevo milenio, Jack Bender no dejaba de encadenar fenómeno catódico tras fenómeno catódico. Así, nos relata cómo se incorporó a la celebrada, aunque también polémica en su tramo final, adaptación para la pequeña pantalla de la saga Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin, algo que curiosamente pudo haber hecho varios años antes.

“Los tipos que me lo pidieron, David [Benioff] y Daniel [D.B. Weiss], creo que después de haber hecho Los Soprano y Carnivàle me pidieron ir a hacer esta locura de nueva serie con dragones y cosas así en Irlanda, y cuando dijeron ‘Todo el mundo va a hacer dos episodios así que tienes que estar allí unos cuatro o cinco meses’, en ese momento yo no podía ir a hacer eso, estaba haciendo otras cosas, así que escogí no hacerla. Y luego con el paso de los años me lo pidieron de nuevo, y todavía no podía comprometerme tanto tiempo, y entonces llamaron otra vez y yo estaba entre proyectos, y acababa de dejar esta serie de Michael Bay llamada The Last Ship, de la que había sido productor ejecutivo durante dos temporadas y había dirigido múltiples episodios, e iba a irme de eso y no sabía lo que iba a hacer a continuación, tenía unas cuantas cosas en desarrollo, una de las cuales era Mr. Mercedes de Stephen King, pero no estaba lista todavía, así que mi mujer, que es muy lista, y mis agentes, que eran muy listos, me dijeron ‘Tienes que ir a hacer Juego de tronos. Y luego descubrí que no eran cuatro meses, eran cinco meses y medio. Y en Belfast, donde nunca había estado. Y yo pensaba que iba a ir a Dublín. Y entonces pensé ‘¿Belfast? ¡Oh, Dios mío, voy a estar comiendo carne hervida y bebiendo cerveza y engordaré doscientos kilos en cinco meses y medio!’ Poco me imaginaba que Belfast es una ciudad realmente genial, con restaurantes geniales y gente genial. Así que, en cualquier caso, lo hice.”

"Mi mujer, que es muy lista, y mis agentes me dijeron ‘Tienes que ir a hacer Juego de tronos’. Y yo pensaba que iba a ir a Dublín, pero no, era Belfast. Pensé ¡Oh, Dios mío, voy a estar comiendo engordaré doscientos kilos en cinco meses y medio!"

Jack Bender - Cineasta

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Uno de los más célebres episodios que nuestro entrevistado se encargó de dirigir fue El portón, que a Bender le supuso un Emmy al mejor director y a más de un traductor internacional de la serie un buen dolor de cabeza, como suele ocurrir con los juegos de palabras. Así nos relataba su incorporación, donde no faltaron las dudas sobre sus propias, por otro lado más que demostradas, facultades artísticas: “David y Dan me querían creo que específicamente para El portón, debido a los saltos temporales y debido al famoso episodio de Desmond y Penny de Perdidos, que estaba considerado uno de los mejores episodios. Pero en todo caso me tenían a mí en mente para El portón específicamente, y me vi empujado y decidir hacerlo, pero me preguntaba ‘¿Qué voy a aportar? Es la quinta temporada de una serie extremadamente exitosa y considerada una de las mejores de todos los tiempos, con actores brillantes que han estado haciendo esta serie durante cinco años, cinco temporadas, y yo voy a aparecer y decir ¡Eh, tíos! ¡Vamos a probar esto!’ ¿Sabes lo que quiero decir? Me sentía como que no sabía qué iba a poder aportar que todos los demás no supiesen hacer mejor que yo. Un poco de eso es la inseguridad de ser artista, ¿no? He sido pintor desde que tenía catorce años, me considero artista. Siempre digo que fluctúo como director y artista entre la audacia y la inseguridad. La audacia de decir ‘Ahora lo vamos a hacer de esta forma, porque soy el que sabe cómo lo hay que hacer’. Y la inseguridad que te hace pensar ‘¿De verdad soy el que sabe cómo lo hay que hacer?’ Así que fui allí decidido a dejar mi ego a la entrada, y aportar todo lo que pueda, todos los trucos que conozco, cada parte de mi corazón y alma, lo cual aporto a todo, y trabajar como un descosido, pero también tengo que escuchar a toda la gente estupenda a mi alrededor, lo cual tratas de hacer de todos modos. En todo caso, hable con David Nutter, un amigo mío que ya había ganado un Emmy por la Boda Roja, y había hecho múltiples episodios de la serie. Y me dijo ‘Sé tú mismo, les vas a encantar, todo irá bien’. Y fui, y fueron geniales. Y ¿sabes qué? Escuché cuando la gente tenía mejores ideas, y la otra cosa que diré sobre los actores es que estuvieron muy receptivos conmigo. Y eso no es siempre así en la televisión americana”.

"Stephen King se hizo fan mío cuando yo estaba haciendo Perdidos, porque él era un gran fan de la serie. Y luego decidí ejercer como productor ejecutivo y dirigir muchos episodios de La cúpula"

Jack Bender - Cineasta

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En los últimos años, un gran nombre de la televisión por méritos propios como Jack Bender ha visto ligada su figura a otro gran nombre, en este caso de la literatura de terror: nada menos que Stephen King, que actualmente vive un revival de adaptaciones de sus obras a unos niveles que no se habían visto desde los años 80. Bender y King unieron por primera vez sus fuerzas en La cúpula (Under the Dome, 2013-2015), y en la actualidad su colaboración profesional prosigue en Mr. Mercedes, adaptación de la trilogía policíaca del autor de Maine que prepara ya su cuarta temporada desde su lanzamiento en 2017, y de la que Bender nos habla con enorme entusiasmo: “Estoy muy orgulloso de esa serie. Stephen King se hizo fan mío, no tengo ni que decir que yo he sido fan suyo toda mi vida, pero él se hizo fan mío cuando yo estaba haciendo Perdidos, porque él era un gran fan de la serie. Y luego decidí ejercer como productor ejecutivo y dirigir muchos episodios de La cúpula, y estuve dos temporadas haciendo eso, y entonces decidí pasar a otra cosa, Él estaba involucrado desde la distancia, y hablamos mucho, y nuestra amistad continuó, y hablamos de tratar de encontrar algo que hacer juntos, algo suyo. Y un día en el correo recibí dos enormes paquetes que yo no sabía qué eran, y los abrí y eran unas totalmente nuevas galeradas sin publicar del nuevo libro de Stephen King, llamado Mr. Mercedes. Y yo pensé ‘¡Oh, Dios mío, y no me dijo que lo mandaba!’ Y me senté ese fin de semana y lo leí, y me encantó. Y le dije que quería hacerlo. Y primero le dije que quería hacerlo como largometraje. Y básicamente, una de las muchas cosas que me encantaron de él es que era Stephen King escribiendo una novela de detectives. Así que estaba sumergiéndose en el género clásico de detectives, incluso usando la arquitectura que se ha visto antes que es la de un detective retirado que está hecho un desastre cuya vida se ha ido a la mierda, su matrimonio está roto, no se habla con su hija, y se obsesiona a ser contactado por el que se le escapó, el asesino en serie que casi atrapó y no lo hizo. Y luego empieza a ser atormentado por él. Y lo que me encantó no fue solo que Stephen hiciera eso, y a través de la lente de Stephen King, por supuesto, es diferente que todo lo que has visto de eso, aunque el género, el uso del género, lo hayamos visto antes, sino que me pareció que esto era Stephen King escribiendo sobre el monstruo dentro de de los personajes, en vez del monstruo fuera de los personajes. No era un coche poseído, ni un perro, ni una enfermedad, ni niebla, ni ninguna de esas cosas. Lo que era era la locura dentro de todo el mundo, la enfermedad dentro de todo el mundo. La humana, retorcida y quiero pensar que perdonable gente que somos, dependiendo los pecados que podemos haber cometido o no. Era Stephen escribiendo sobre eso. Y la razón por la que decidimos hacerla como una serie por cable en vez de una película, es que tenía más de seiscientas páginas, y en ese momento no sabía que Stephen iba a escribir otras dos, porque se convirtió en una trilogía sobre el inspector Hodges. Decidí eso por la narrativa, y el tiempo que quería tomarme para explorar realmente estos personajes. Y no puedes hacer eso en una hora y diez minutos. No puedes hacerle justiciar”.

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