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Sol y sombra

Atrapados en el tiempo

Los planes de ayer, sin materializar, son los de hoy

La famosa dinamización de Avilés, de la que tantos planes se ocuparon en otros tiempos no demasiado lejanos, consiste en que perdura la parálisis. Todo se repite como si nada hubiera cambiado. Los mismos enunciados de ayer son los de hoy, la discusión de los concejales es igual en esta década que en la anterior, y en la anterior que en la que la precedió, sencillamente porque las cosas no avanzan. Por una vez no me referiré a la perrera municipal, de la que se empezó a hablar en los ochenta del pasado siglo y que sigue sin concretarse. No hay novedad en el debate.

Los concejales siguen dándole vueltas, por ejemplo, al soterramiento de las vías, un proyecto que se ha hundido como otros en un mar de frustraciones y controversias alentadas por los políticos, para que la ciudad siga dividida por una cochambrosa barrera ferroviaria. La ronda norte, otra actuación que conecta con las necesidades del pasado siglo, ha resurgido una vez más de entre las brumas del tiempo seguramente para servir de entretenimiento coloquial. O para justificar los sueldos que cobran los ediles. Los ediles, ya se sabe, tienen que enzarzarse de vez en cuando en algo que les distraiga de la gran ocupación que supone no hacer prácticamente nada salvo discutir.

Ahora, cuidado, aparece el PP urgiendo la implantación de la policía de barrio. Lo peor del asunto, más viejo que la foca del parque, es que los populares y los socialistas no se ponen de acuerdo en si realmente existe ese servicio. Los primeros dicen que los agentes deben patrullar a pie para que los vecinos los conozcan. Los segundos sostienen que a pie o en coche, la policía de barrio es una realidad. Cualquiera podría pensar que le están tomando el pelo si no fuera por la certeza de que eso sucede desde que se empezó a proponer la construcción de la perrera. Si recuerdan la película, es como vivir atrapados en el tiempo y escuchar cada mañana la predicción de la marmota.

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