Tras el éxito fulgurante de la Mareona sportinguista, que fue riada en la celebración del ascenso, a Gijón le crecen las mareas en el afán de distintos colectivos por tomar la vía pública, ágora de la nueva política. La pasada semana surgieron dos nuevos colectivos entregados a la reivindicación sanitaria y contra la violencia de género. Casualmente, o no, se presentaron en sociedad el mismo día, en la primera semana del nuevo gobierno local. La izquierda se activa y ha programado su tabla de mareas. Hoy, sin embargo, merece la pena destacar la marea rosa que el domingo inundó calles céntricas de la ciudad. Siete mil mujeres se calzaron las zapatillas de correr en apoyo de la lucha contra el cáncer, una terrible dolencia que no entiende de ideologías ni de clases sociales. Se avecina un verano de calor y de mareas en alza. Sube la temperatura en el mar y en la calle.
