La luz viaja en línea recta. Ahora bien, de vez en cuando choca contra un objeto y desvía su trayectoria, llegando así hasta nuestros ojos. Es precisamente esta dispersión de las ondas lumínicas la que nos permite detectar y ver el mundo a nuestro alrededor. Si lográsemos "engañar" a la luz para que no fuese dispersada por un objeto o lo hiciese de forma diferente, lograríamos camuflarlo.
Tal como destaca el último número de la revista "Science", un grupo de científicos ha desarrollado una capa ultrafina -de tan sólo 80 nanómetros de espesor- con propiedades electromagnéticas inusuales. Esta capa permite cubrir un objeto y ocultarlo, al lograr dispersar la luz incidente como si de una superficie plana se tratase. ¡A Harry Potter le han salido unos duros competidores!
