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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Palomares

Hace medio siglo, varias bombas atómicas caídas accidentalmente del cielo de un B-52 sobre Palomares pudieron provocar un cataclismo nuclear en la España franquista, que ya había descubierto que este país o vive del turismo o no vive de nada. Por fortuna, las bombas no estallaron -habrían borrado media Península del mapamundi- y el suceso se saldó con nuevos apoyos de Estados Unidos al régimen y la impagable fotografía de Fraga Iribarne en Meyba, tomando un baño de publicidad en la playa almeriense. Han pasado cincuenta años de aquel sucedido y hay muchos países que almacenan bombas devastadoras apuntando a objetivos enemigos. Ocurre que la geopolítica encama a encarnizados rivales. El Estado Islámico ha conseguido que el Irán peligrosamente atómico haga las paces con los americanos, para descontento de Israel, que como teme las bombas de otros saca brillo a las suyas.

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