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Ingeniero químico, | exdirector de Petróleos de Venezuela

Javier Fernández

Alpargatas, tareas/deberes y reválidas

Los debates educativos en los que se emplea más tiempo frente a los que de verdad importan

He leído el artículo que publicó en LNE sobre deberes y reválidas mi buen amigo, el catedrático José Coca, y le dije que igual me animaba a escribir mis experiencias personales sobre el tema.

Estoy a 10.000 km. y he trabajado y vivido en siete países y he rodado por la vida hasta haber conseguido ser director de todas las refinerías venezolanas y director del único hospital de Curacao.

A los que nacieron en USA después de la II Guerra Mundial (1945) se les llama "babyboomers" porque vivieron la edad más larga en prosperidad de USA, la USA del sueño americano y de la vida fácil y envidiable.

Los que nacimos a finales de la guerra civil española me atrevería a decir que somos la generación de las alpargatas porque usábamos zapatos solo los domingos. Eran los años 40 muy duros con una España medio destruida y para colmo con malas cosechas. Fueron los años de la "fame"/ hambre.

Fui a colegios religiosos Escolapios de Tenerife, Marianistas de Tetuán y Maristas de León. Creo que la gente que protesta por tareas/deberes se escandalizaría con aquel sistema que se fue "suavizando" en los 11 años que pasé por esos colegios. Había misa y comunión obligatoria todos los días y el arma de castigo era la regla de 40 cm. de las clases de dibujo. Solo chicos. Los días eran así: media hora de estudio, 45 minutos de clase, 15 minutos de recreo y otras dos sesiones iguales, solo que la última no tenía recreo porque íbamos a casa a comer. Por la tarde, dos sesiones iguales salvo que el recreo era media hora. Los sábados eran un día como los otros. Solo había libre el jueves por la tarde si no estábamos castigados, aunque había una cierta complicidad entre los que castigaban y los castigados. Estábamos quietos y en silencio media hora y nos cambiaban el castigo por ir a jugar. Y tareas y deberes. Con 14 o 15 años tuvimos que leer en unas vacaciones de Semana Santa el Criterio de Balmes y escribir un resumen.

¿Que aprendí de los deberes? A tener disciplina, ser responsable de hacerlos y establecer prioridades. Primero hacía el deber/tarea y luego a jugar. He trabajado en grandes organizaciones y sé establecer prioridades. Por eso digo benditas tareas/deberes. Mis éxitos profesionales se deben en gran parte a esa educación aunque reconozco que hay que modificarla.

Reválidas. Obviamente parece absurdo que un estudiante pase varios años aprobando sus asignaturas/materias y luego lo vuelvan a examinar. Fui la primera generación del bachillerato elemental en 1954 después de cuatro años de Bachillerato. Hasta entonces la reválida era un "coco traumático" porque era de siete años. Luego tuve reválida de bachillerato superior en 1956 y luego preuniversitario en la Universidad. Y en ésta estaba el selectivo. Me llama la atención que un país como España, donde hay muchas oposiciones, malgaste el tiempo en debatir sobre reválidas. A la gente hay que seleccionarla y creo que es bueno que los estudiantes se preparen porque en las entrevistas de trabajo van a saber que las reválidas son algo mucho menos traumático.

Creo que el Parlamento y el Gobierno deberían gastar su tiempo de debate en lo que los gringos llaman los "issues", los tópicos vitales y cruciales. Para mí el "issue" debería existir porque España es una máquina de producir desempleados que llaman parados. Creo que España ha tenido y tiene una calidad de vida excelente en los años de democracia, que ya son más largos que los de dictadura. Sin embargo, suspende en la "reválida de crear empleo". Ya no digo que mire a los tigres asiáticos como Japón o Singapur, donde el desempleo es menor de 3%, sino a Alemania y USA. Los gringos usan el famoso "hire and fire", contratar y despedir, y tienen menos de 5% de desempleo. Alemania, mucho más social y con la mano de obra de las más caras del mundo, anda también en menos del 6%. Creo en el caso de Alemania la clave está en su educación, que genera gente capaz de producir artículos de gran calidad.

Todo el mundo sabe lo que es el Silicon Valley, un área californiana que ha contribuido enormemente al desarrollo de esta tecnología punta que son las tabletas, los teléfonos inteligentes, etc. No es un milagro ese valle. Es el resultado de que en la Universidad de Stanford el Decano de la Escuela de Ingeniería Electrónica se propuso que fuese una máquina de producir genios y parece que lo logró porque suministró una excelente materia gris para el valle. Creo que el "issue" para los gobiernos y parlamentos de España debería ser qué van a hacer con la educación para que haya 10 universidades españolas entre las 50 mejores del mundo. Hay que planificar qué puestos de trabajo va a crear el país para orientar la educación hacia esas áreas. Creo que España tiene las suficientes "cabezas bien amuebladas" para poder diseñar una educación media, de oficios, carreras medias, universitarias, etc. Que preparen a la gente para lo que se necesita y con visión para lo que se va a necesitar en el futuro. Pero con eso solo se resuelve lo referente al coeficiente de inteligencia (IQ) y falta lo que yo llamo la parte emocional. El IQ es el cerebro izquierdo, el de la lógica físico matemática analítica. La emocional es la del cerebro derecho y veo que España presenta lacras en la sociedad como drogas, violencia de género, que yo llamo machista, botellón, etcétera.

Hace unos 10 años una asociación de educadores me pidió que les diese una conferencia sobre educación y les dije que fuesen a buscar una persona que tuviese hijos y estuviese al tanto de lo que estaba pasando. Yo llevaba 50 años sin contacto con la educación media, bachillerato, etc. Pero me dijeron que precisamente por eso querían que fuese yo y dijese lo que pensaba.

Me voy a atrever a decir lo que pienso de la educación española desde el cerebro derecho. Los tres pilares de una sociedad son, en mi opinión muy personal, la familia, la escuela/colegio y la religión, la que sea. He vivido en países donde predominan las iglesias católicas, en otros las protestantes y en otros las mezquitas y sinagogas. En todas las religiones se aprenden valores. Me admiran los judíos, que son capaces de producir tantos premios Nobel, y creo que tiene mucho que ver con sus tres pilares. Toda mi enseñanza hasta la Universidad fue en España y aquel triángulo funcionaba con grandes defectos, pero funcionaba. En vez de corregir los defectos nos fuimos al otro extremo. Los seres humanos parece que tenemos un péndulo que va de un extremo radical a otro radical y no nos quedamos en el medio. Hoy día se utiliza a los jueces para resolver problemas de escuelas y colegios. Hoy día los estudiantes golpean a los profesores, hay suicidios, etc. En mi época los profesores pegaban a algunos alumnos y el arma de guerra era la regla de madera de dibujo de 40 cm. de largo. Si a un chico le pegaban, en la casa le caía un alpargatazo, o bofetada, o azote, o correazo, las armas de guerra de los papás, porque el profesor tenía "siempre razón" y si te pegaba "por algo sería". Era una educación tan dura que no había gente "zurda" para escribir o comer. Cuando veo a alguien firmar con la izquierda me quedo siempre admirado porque en mi época no podría hacerlo. Lo hubiesen castigado hasta que escribiese con la derecha.

Me pregunto si no sería posible eliminar el castigo con "armas de guerra", además de aquella dureza innecesaria, y conseguir que las familias y los profesores estuviesen de acuerdo en que no hay que ir al juez sino resolver los problemas juntos. Que formar una persona útil para la sociedad y la vida es tarea de la familia y la escuela/colegio y la religión. En la sociedad aquella había, debido a la influencia religiosa, lo que yo llamo "un santo temor de Dios" que hacía que la gente no dejase aflorar sus instintos y se controlase un poco. Hoy día parece que "el dios dinero", el vellocino de oro, ha desplazado al Dios de siempre. Creo que hay suficientes antropólogos, sociólogos, psicólogos y más "logos" que podrían aconsejar a qué edades hacer lo que pienso, con la experiencia de haber visto mucha gente con muy buen IQ y un desastre de vidas emocionales. Me atrevería a decir que hay que educar a la gente a tomar decisiones porque en unos 10 años un adolescente se ve confrontado con tres importantes. A los 16-18 tiene que decidir si va a estudiar, tener un oficio, negocios familiares, etc., en qué quiere trabajar, y de ahí va a depender mucho su felicidad futura. Unos cinco años más tarde tiene que decidir en qué va a trabajar con ese diploma o certificado, y también sus próximos 40 años dependerán de esa elección y el estar contento o no con el trabajo elegido. Unos cinco o más años más tarde si va a casarse, tener hijos, vivir en pareja, etc. Y de esa decisión va a depender mucho su felicidad futura. Y hay que enseñarles porque la vida es mucho más dura que todas las tareas/deberes y reválidas que haya hecho.

La mayoría vivirá en pareja y sería bueno que le explicasen a los adolescentes/jóvenes que convivir con otra persona bajo el mismo techo no es fácil, incluso estando enamorado. Hay muchas pequeñas o grandes cosas que molestan o irritan. Y puede que lleguen a tener hijos y educar vástagos no es nada fácil, y sería bueno que supiesen cómo se maneja eso. Una sociedad depende de la educación de sus ciudadanos, la del IQ y la emocional.

En el trabajo alguna vez puede que tengan que supervisar a otros, y eso tampoco es fácil, y sería bueno que los preparasen para eso. Y para trabajar en equipo, ser éticos y responsables. El mundo está infectado de corrupción y eso es porque falta ética y sentido de la responsabilidad. Que el dinero no puede ser un dios.

Y hay algo que sería ideal que la adolescencia aprendiese. Lo llamo "aprender a aprender", que significa aprender no solamente de los propios errores sino de los de otros. Es muy triste que alguien tenga que aprender a saber que ir en un vehículo drogado o con alcohol puede dejarlo lisiado una vez que ha ocurrido. Qué bueno sería aprenderlo sin tener que pasar por la amarga experiencia. Qué bueno sería que una adolescente aprendiese de otras que el embarazo en esas edades suele ser un calvario y no sufrirlo en su propio cuerpo. Hay gente que va a tener 20 jefes en su vida y por propia experiencia puedo decir que me sobran dedos en una mano para contar los buenos. Pero se puede aprender de los malos ejemplos cómo no hacer las cosas. La gente que maneja bien el "aprender a aprender" tiene mucho ganado y se evitará muchas frustraciones.

La generación de la alpargata recibió su educación sexual en los portales de los edificios. Imagino que hoy día será más organizado y habrá algún "logo" que lo explica. Me atrevería a sugerir que se explicase a los adolescentes una cosa. A las chicas, que su cuerpo tiene una característica "mágica" y maravillosa, y es que puede crear vida, lo más hermoso que existe. Y que el punto "Y" de las chicas es la "oreja" (oído). Que hay mucho encantador de serpiente que sabe "susurrar" en esa oreja las palabras y promesas bonitas que pueden hacer que esa característica maravillosa y mágica de lugar a un embarazo no deseado. Y a los chicos decirles que tienen dos cabezas, una grande, la que supuestamente piensa, y una "chiquita" con testosterona, que puede complicar la vida de los seres humanos, organizaciones y países. Que sepan que Inglaterra es protestante y no católica, y no voy a hacer un juicio de valor sobre si es bueno o malo ser católico o protestante, y todo porque la cabeza pequeña de Enrique VIII se encaprichó en casarse con Ana Bolena y como el Papa no le dio permiso para casarse con ella y divorciarse de su esposa Catalina se salió de la iglesia católica. Y he visto muchas vidas con problemas debido a que la cabeza chiquita pudo más que la grande. Si la educación enseña a aprender a convivir y a controlar la oreja y la cabeza pequeña se pueden disminuir dos "issues" muy importantes y complejos en una sociedad como son el aborto y el divorcio. Se gasta mucha energía y ríos de tinta en discutir sobre el aborto. Pero para mí el aborto, sin entrar en la polémica ética, moral, religiosa, científica, es un "fracaso de la sociedad" porque el "issue" debería ser gastar ríos de tinta y energía y plata en educación para evitar los embarazos no deseados. Tampoco voy a entrar a emitir juicio sobre el divorcio. Para mí una vez más es un 'fracaso de un contrato", un fracaso de la sociedad. Cualquiera que haya trabajado con contratos sabe que si las cláusulas están claras se puede manejar mucho mejor que si todo está al azar. Una gran lección me la dio un ingeniero de la India, que me dijo que los occidentales se casan "porque" aman a una mujer y en la India los papás escogen a la esposa y se casan "para" amarla.

Aborto y divorcio son procesos traumáticos, a veces con secuelas serias, y si una sociedad se enfoca a educar no solamente a su adolescencia y juventud, no solamente en la parte del IQ, sino también en la parte emocional, quizás se podrían disminuir sustancialmente esos procesos dolorosos.

Que los parlamentarios se dediquen a discutir "issues" más importantes que deberes y revalidas y que den gracias que esta sociedad no tiene suicidios de estudiantes porque no son capaces de pasar las pruebas de selección, como ocurre en otras culturas, que van a competir en este mundo globalizado con los futuros profesionales españoles. Me tocó competir con ingenieros ingleses y holandeses y yo tenía que trabajar más duro porque eran más rápidos que yo.

En mi experiencia personal seguiré diciendo: benditos deberes.

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