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Fernando Monreal

Especialista en Urología

Fernando Monreal

Doctor en Medicina y Cirugía

Día de la Salud Prostática

La mitad de los hombres de 60 años tendrá hiperplasia benigna de próstata

Este pasado sábado 15 se ha celebrado el Día Europeo de la Salud Prostática. Sabemos que más de la mitad de los hombres de 60 años presentará hiperplasia benigna de próstata (HBP), porcentaje que aumenta hasta el 90% a partir de los 85 años. Y según datos de la Asociación Española de Urología, un millón y medio de españoles con edades comprendidas entre los 50 y 75 años están en riesgo de padecer cáncer de próstata. En la actualidad se producen en España 3.600 fallecimientos anuales por esta patología.

La HBP es el tumor benigno más habitual en los varones, y su prevalencia aumenta con el paso de los años, iniciándose a partir de la década de los cuarenta. La enfermedad da la cara por la presencia de alteraciones en la micción que pueden oscilar, de menos a más graves, siendo las más comunes la dificultad para comenzar a orinar, permanencia de molestias tras haber orinado, sensación de no haber vaciado la vejiga por completo, micción dolorosa, necesidad de vaciar la vejiga constantemente, y, en ocasiones con sensación de urgencia, pérdidas ocasionales de orina, imposibilidad total de orinar e incontinencia urinaria.

Aunque en un primer momento los síntomas no sean muy molestos, es importancia descartar causas de fondo y evitar la obstrucción de las vías urinarias, pues en estos pacientes es frecuente la aparición de infecciones urinarias y, ocasionalmente, puede llegar a aparecer sangre en la orina. Con el tiempo llegan a producirse cálculos en la vejiga e incluso daño renal provocado por la retención urinaria.

Aún existe cierta reticencia por parte de los hombres a hacerse revisiones médicas periódicas, pero cada vez más el varón va asumiendo que esta es una medida esencial para evitar complicaciones. Las campañas de divulgación y concienciación, como se ha hecho durante las últimas décadas, por ejemplo, con el cáncer de mama, son muy eficaces en este sentido.

Cuando la hiperplasia benigna de próstata precisa de tratamiento, inicialmente será conservador, es decir, a base de fármacos y de una serie de consejos de salud que pueden ayudar al paciente a mejorar su calidad de vida como, por ejemplo, no tomar más de dos litros de líquidos al día, restringir los líquidos antes de ir a dormir o en viajes largos, evitar el estreñimiento, moderar el consumo de alcohol y cafeína, evitar los picantes y optar por comidas con fibra en vez de ricas en grasas.

Ahora bien, cuando la HBP ya está en un grado avanzado es necesario recurrir a la cirugía, si bien las intervenciones quirúrgicas son cada vez menos invasivas y los riesgos de impotencia e incontinencia de orina son mínimos. Todo ello sin contar que la recuperación tras la cirugía va a ser mucho más temprana.

Si hablamos de la cirugía, el láser tiene una capacidad terapéutica excelente y mejora sensiblemente la seguridad con respecto a las técnicas quirúrgicas tradicionales. La pérdida de sangre es mínima y además mejora rápidamente el flujo urinario, con una recuperación casi inmediata de la actividad normal. Con las nuevas fibras y la mejora en la potencia del láser se pueden operar próstatas de gran tamaño, siendo una técnica quirúrgica ideal para varones plurimedicados y que tienen un riesgo quirúrgico que impide su cirugía con las técnicas tradicionales.

En los jóvenes, la enfermedad prostática más frecuente es la prostatitis aguda. Esta infección se manifiesta con fiebre elevada, dolor en el bajo vientre, periné -zona anatómica entre el ano y el escroto- y zona testicular, además de molestias y dificultad para orinar. Su tratamiento básicamente será a base de antibióticos -con una duración mínima entre tres y cuatro semanas- y algunos consejos saludables.

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