Alfredo Canteli se empezó a enterar ayer de qué va esto de aspirar a alcalde de Oviedo. El funeral de Marcelo Conrado Antón en la basílica de San Juan le dio la medida. No podía haber mejor prueba, un acto de esos a los que va todo Oviedo, para calibrar cómo va el asunto. A la puerta de la iglesia, se hartó de estrechar manos, más que nunca, más que cualquier día, que cualquier momento. Y eso que está acostumbrado, que ser presidente del Centro Asturiano no es vivir como un anónimo.
En su acto de la mañana, con Pablo Casado y Teresa Mallada, dijo que estos días le paraban constantemente por la calle. Y al presidente del PP le dijo que va a por la mayoría absoluta. Canteli, ha quedado claro, se ve ganador. Se ha sentido ganador estos días en las calles que frecuenta, en el Centro Asturiano y en la iglesia de San Juan. El hombre que repite que no es político se siente fuerte y disfruta del momento. Se ve, ya digo, ganador en la calle Uría. Pero ese es un público fácil.
