Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sol y sombra

El círculo se estrecha

El cisma de Podemos: Iglesias y Errejón, la gaseosa pierde fuerza

La gaseosa abierta hace cinco años por Podemos ha perdido su fuerza. La posibilidad, ahora, se reduce al imposible. Oprimida por el absolutismo de su líder, la criatura no ha sabido crecer como es debido, y sus fundadores, uno a uno, abandonan el barco. De la foto de familia dirigente inicial, sólo queda la parejita del chalé de Galapagar y el comisario Echenique. ¿Dónde han ido a parar las flores?

Pero quién lo diría, además, ha sido una anciana, Manuela Carmena, que se negó a pasar por el aro de las primarias, para aspirar nuevamente a la Alcaldía de Madrid, la que ha originado el último cisma en el partido de las juventudes. Y la que ahora bendice a las ovejas y pasea a Errejón como si fuera su nieto.

Al contrario que Iglesias, Iñigo Errejón ha despertado ternura entre una parte del público. Se le ve más contenido. Debería haberse lavado la boca cuando dijo aquella cruel y fanática estupidez de que los venezolanos comen tres veces al día en la satrapía de Maduro, pero si se le compara con el timonel de Podemos aparenta ser un finísimo intelectual de la cuerda de Laclau. Vende una imagen menos perturbadora que le sitúa en la periferia de un nuevo socialismo.

Las primeras grietas de su relación con Iglesias empezaron a notarse hace un par de años. Luego, más tarde, el líder lo apartó de su lado en el Congreso para poner a su novia y reforzar el poder absolutista dentro de la organización.

Los errores estratégicos, como el apoyo a los soberanistas; el fulanismo, el lujoso chalé, etcétera, han originado erosión interna y desmovilización de la militancia. Los famosos círculos han pasado a ser pompas de jabón.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.