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Tino Pertierra

Sólo será un minuto

Tino Pertierra

La vida en sueños

Patricia: "A estas alturas de mi película personal con toques de tragicomedia, pizcas de farsa y algo de suspense puedo presumir sin miedo a resultar presuntuosa de que soy toda una experta en tomar las decisiones equivocadas. Y de no arrepentirme nunca de ellas, no vaya a ser que mi orgullo vaya a ser derrotado por mi lucidez. Una gran maestra en el arte del autoengaño. Nadie me gana en eso, puedo impartir lecciones ante cualquier clase de auditorios. Y una eficaz fiscal de los defectos ajenos que me permiten mantenerme ocupada para no pensar en los míos, no vaya a reconocerlos y dejarme con la moral por los suelos. Este arrebato de sinceridad no traerá consecuencias dignas de mención porque lo estoy teniendo mientras duermo. En mis sueños. Soy una persona tan práctica y manejo tan bien la protección de mis intereses que delego en mi subconsciente la ingrata tarea de depurar mis responsabilidades y blanquear mis culpas. Sé que la culpa es una enfermedad que no tiene cura y por eso me vacuno contra ella cada mañana. Así me blindo contra verdades incómodas. Por ejemplo, me libero de la pesada carga de mis errores pasados. Mi primer matrimonio, por ejemplo, que duró lo que dura una pompa de jabón. Siempre eché de todo la culpa a mi ex, pero los dos sabemos que fuimos cómplices del desastre. Errores laborales que me llevaron a trabajos para los que no estaba capacitada y en los que sacaba las uñas para defenderme de mis propios fallos. Soy extraordinaria cuando me defiendo atacando. El fiasco de mi segundo matrimonio, esta vez con un buen chico que me sirve de mascota. O el batacazo de...

"Mejor lo dejamos aquí. El despertador sonará en breve y me despertaré con mi canción favorita, una reivindicación de la mujer que no se arruga ante nadie y pelea con uñas y dientes por ser ella misma en cualquier circunstancia. Daré un beso de buenos días a mi confortable marido y me miraré en el espejo para ensayar mi mirada retadora y acorazada, escudo de mi vulnerabilidad y, ay, de mi mediocridad. Luego, saldré a la calle y nadie, absolutamente nadie, notará que soy una farsante".

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