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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

El Sporting tiene que decidir

Parece evidente que el Sporting se quemará otro año en las calderas de la Segunda División, que es un infierno aunque asfixiante más llevadero desde que los dineros de la Televisión permiten más alegría en la faltriquera y mayor dispendio. Esta temporada ni siquiera hubo la opción de alcanzar los puestos que aseguran disputar la fase de ascenso, por lo que los partidos que restan habrá que tomárselos a modo de pachanga y a título de inventario, por mucho que voces autorizadas de la plantilla insistan en reclamar oraciones para un milagro muy improbable.

En la planta noble deben afilar el lápiz y empezar ya a echar cuentas y valorar cuánto va a costar renovar la plantilla por tercer curso consecutivo y si el encargo de acudir al mercado de abastos a por guisantes envasados se le va a hacer al mismo que dos años seguidos fue con "perres" como para percebes y trajo en la bolsa un saco de bígaros. Si se va a seguir fiando el premio gordo a la lotería de las cesiones o se opta por el cupón de Mareo, que es cosa de ciegos no querer ver que cuando un sistema encalla es preciso manejar una alternativa. No se puede castigar a la afición cada temporada cambiando de caballo a mitad del río, que no siempre el culpable de los fracasos es el ocupante del banquillo. Alguna responsabilidad habrá también en el césped y en la moqueta.

Dicho lo cual, valoren los que mandan y sus satélites el debe y el haber en la cuenta de explotación y resultados y si van a hacer limpia empiecen cuanto antes, que suele prestar auxilio la Providencia a quien madruga más. Y decidan desde ya si quieren que el equipo lleve en la carta carne o pescado, que según el gusto del plato habrá que elegir los ingredientes.

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