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Tóxicos

Sobre la desaparición del observatorio de la playa de San Lorenzo

Sobre las manchas de carbón que aparecen en la playa de San Lorenzo había la tesis de su procedencia del barco granelero hundido en 1986. Como resulta que se trata de distintos tipos de carbones, no va a quedar más remedio que preguntarse si también pueden estar viniendo de otro lugar, al oeste de la ensenada, donde se trabaja con distintos carbones que se dispersen por polución o corrientes, y en qué medida tales dispersiones podrían evitarse. Cuando no se quiere arreglar algo, se crean comisiones que lo "subcomisionen". También se pueden llamar observatorios. Ahora está de moda hablar de descarbonización, CO2 y diésel, aunque sin carbono no existiría la vida en el planeta. Deberíamos hablar de reducir la contaminación. Dos tercios del CO2 mundial lo emiten los océanos. Y todos los tractores funcionan con diésel. ¿Suprimirán la agricultura por decreto en 2020?

A vueltas con el Piles y la playa, algo hemos avanzado: ya no tratan de decirnos que cuando gobiernan ellos -los que sean- todo va muy bien. Es notorio que las aguas del Piles bajan contaminadas. Parte se está haciendo con el nuevo pozo de tormentas. La cuestión de fondo es la depuración de las aguas fecales de Gijón este, asunto polémico y judicial, que parece ya se está encauzando. Que si el estanque del parque de Isabel la Católica o el canal para piragüismo del Grupo Covadonga -¿caben otras opciones, aparte de clausurarlo?- también pueden influir, pero obviamente no son la cuestión principal. ¿Para qué gastar dinero en informes diciendo que la playa está muy bien? ¿Y si está muy bien, por qué hay que hacer informes? Más práctico sería analizar opciones de mejora. ¿Cómo regenerar el arenal del Tostaderu? ¿Habría opciones de canalizar la desembocadura del Piles?

En el paseo del Muro, a principios del siglo XX se construyó demasiado cerca del mar. También es evidente que tras la ampliación exterior del puerto del Musel la playa cada vez tiene menos arena en pleamar, comprobable con contrastar las fotografías aéreas de Google. Se ha ido perdiendo la arena del estero en el sector centro oriental. De 15 escaleras, en un reciente otoño hubo que reforzar el puesto de Salvamento, pues hasta la escalera 12 se quedaba sin apenas arena. Lo recogía el proyecto de los ingenieros de la ampliación, en cuyo informe de impacto ambiental establecían la necesidad de reponer unos 100.000 metros que calculaban perderse. En Coruña, también ensenadas atlánticas, la dirección general de Costas lo arregló en tres meses en 2010. Aquí que si cada vez tiene más arena, que si se arregla sola, que si no hay arena exactamente del mismo tamaño o del mismo color, llevan años boicoteando su necesario arreglo, positivo para el turismo, el comercio y el empleo: ¿hasta cuándo?

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