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Tino Pertierra

Solo será un minuto

Tino Pertierra

En qué momento

Carlos: "Fracasé aunque puse todo de mi parte para que no ocurriera. Antes de que naciera mi hijo, devoré libros sobre consejos para una paternidad responsable, paciente y motivadora. Cuando nació, y a pesar del estupor, la impotencia y el desconocimiento que invaden a los padres al tener repentinamente una vida indefensa e inocente a su cargo, me esforcé junto a mi pareja para mantener bajo control temores y desconfianzas, la inseguridad que acecha a cada paso que dan. Aunque todo fue bien en cuestiones de salud, fue inevitable vivir situaciones en las que te sientes impotente, desconcertado y a punto de caer en la desesperación. Los problemas crecen con el calendario: te preocupas por sus primeras amistades, te agobias cuando hay que tomar decisiones en las que el sentido común choca de frente con la realidad del entorno (¿le compro el móvil? ¿le dejo probar videojuegos violentos?, ¿espío sus mensajes con sus colegas?) e intentas evitarle los malos trances que viviste tú a su edad aplicando un blindaje que puede desprotegerles por exceso de protección. Todo son dudas pero antepones a los obstáculos un sentimiento de entrega total, buscando un equilibrio delicado y casi imposible entre autoridad y tolerancia, entre exigencia y comprensión, entre control y libertad.

Aceptas sin rechistar los riesgos de las arenas movedizas que llegan con el paso del tiempo porque son etapas de las que nadie se escapa y la paciencia se recarga con las pequeñas satisfacciones que llegan entre alboroto hormonal y derrape neuronal. Tuvo apoyos de todo tipo para sus debilidades. No intenté influir en sus creencias. Ni religiosas ni políticas. Ni siquiera las futbolísticas. Me empeñé en abrir caminos y que decidiera basándose en sus experiencias, indagaciones y reflexiones. Dejé los horarios de salida a su criterio, acepté que estudiara la carrera que quiso costara lo que costara y comprendí sus motivos para abandonarla en el segundo curso.

No sé en qué momento me alejé de la realidad. Ayer vi a mi hijo por primera vez tras el cristal en la cárcel y me rompí en pedazos".

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