En mitad de una pandemia van una ministra, un secretario de Estado y diecisiete consejeros y consejeras de Educación y celebran una conferencia sectorial, como si fuera el comienzo de un "chiste", porque claro, la Educación es importante.
En esa conferencia se ha hablado de cosas significativas, a saber, la evaluación, las calificaciones, la EBAU, el trabajo de este tercer trimestre, la apertura de los centros educativos en verano, y después ha ocurrido algo extraordinario, una rueda de prensa sobre Educación (no me canso de poner Educación con mayúscula, es algo que no puedo remediar y aún no sé el motivo).
En esa rueda de prensa había periodistas preguntando sobre esas cosas importantes y ha durado, increíblemente, una hora. Por un momento pensé que me había saltado el aislamiento y me encontraba en otro país. Pero no, sigo aquí, en España, un lugar donde en los últimos cuarenta y pico años, que yo recuerde porque a veces pierdo la cuenta, ha habido siete leyes educativas. Vamos a casi una ley por cada siete años, esto sí que es un récord, es una lástima que no lo hubieran comentado en la conferencia de prensa porque los éxitos hay que publicarlos, digo yo.
Escribía que era algo extraordinario ver una rueda de prensa sobre Educación y encima de tal duración porque estoy repasando en mi cabeza (este es el trimestre del repaso) el último debate televisado entre los candidatos de los diferentes partidos y en aquel momento tan trascendental para el futuro político, solo hubo tres "míseras" referencias a la Educación y apenas unos locos de este gremio nos dimos cuenta. Para ser sinceros no me hizo falta recordarlo, lo tengo grabado a fuego en la memoria, y ¿saben por qué?, pues porque en aquel momento comprendí que nuestra Educación no era importante para ellos. Cataluña, la corrupción, el "Brexit", la monarquía... esos eran los temas que interesaban.
Hoy estaba asombrado, no me lo podía creer, se hablaba de Educación en todos los canales televisivos, en la radio, en las portadas web de los periódicos, en Facebook, Instagram, Whatsapp, por cierto, ¿se dieron cuenta de que si pongo estas redes sociales con mayúscula nadie se sorprende? Cómo hubiera saboreado que esto sucediera un día cualquiera, sin un motivo tan triste como una pandemia. De repente caí en la cuenta de que este era el motivo, una enfermedad. La preocupación es lógica, ¿qué hacemos con estos niños y niñas? Desde que empezaron las clases seguido de Semana Santa apenas quedan 50 días de clase. ¿Qué son esos cincuenta frente a los casi dos mil quinientos que pasan desde los tres años hasta que acaban la Educación Secundaria Obligatoria? Nada, apenas un suspiro, pero ese escaso 2% ha supuesto la necesidad de una rueda de prensa de una ministra y las posteriores de los respectivos consejeros y consejeras.
Los y las docentes de este país están hastiados y disgustados, porque parece que lo sustancial es saber cómo vamos a recuperar esos 50 días y no es lo trascendental. Nos encantaría que se hablara de la importancia de la Educación pero ahora no, en este momento queremos ver una rueda de prensa en la que se diga que ya podemos volver al aula con nuestro alumnado porque hemos vencido al virus.
Ahora no queremos que nos digan cómo organizar el tercer trimestre, ya sabemos cuál es nuestro trabajo y sabemos mejor que los y las que dan ruedas de prensa qué es lo que pasa en las casas de nuestro alumnado. Ahora queremos oír que hay mascarillas y EPI para todo el personal sanitario y test para todo el mundo. No queremos oír hablar de evaluación (esta palabra sí que la pongo con minúscula), sabemos de sobra qué es lo importante en la Educación. Ahora queremos leer en los periódicos cuáles van a ser las medidas reales para que nadie pierda su trabajo por culpa del COVID-19 y no si vamos a tener que calificar o si vamos a tener que aprobar, eso no es lo importante. Quisiéramos tanto ver en la "tele" cómo se protege a nuestros mayores de verdad y no alguien hablando de programaciones didácticas, planes de trabajo o menudencias. Hasta nosotros, los maestros y profesores, nos olvidamos de lo importante que es la Educación, porque ahora no es lo importante.
Ojalá llegue el día que vuelva a ver una rueda de prensa sobre Educación en la que se diga que, seremos los y las docentes los que digamos cómo tiene que ser y cómo tiene que organizarse la Enseñanza en este país. Pero ahora no.
Daniel García Ron es director del colegio público Condado de Noreña, secretario del Forum Europeo de Administradores de la Educación (FEAEA) y miembro del comité de directores de Primaria del Principado de Asturias.