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La devastadora impotencia de ver caer a tus compañeros mientras se nos sigue negando la vacuna

Sobre el desigual trato que reciben los sanitarios de la medicina privada frente a los de la pública

Mi nombre es Lucía Galán Bertrand, soy médico especialista en Pediatría y directora del Centro Creciendo de Alicante. Escribo esta carta tras haber hecho la ronda de llamadas a mis compañeros y amigos ahora mismo convalecientes del covid.

Escribo desde la pena, el dolor y la devastadora frustración de ver día tras día cómo a los sanitarios que ejercemos la medicina privada en la Comunidad Valenciana se nos niega la vacuna.

Nos sentimos abandonados. No entendemos el porqué de este trato cuando nosotros, al igual que el resto de nuestros compañeros, no hemos dejado de trabajar ni un solo día desde que empezó este horror.

Cuando nosotros, al igual que nuestros compañeros, hemos antepuesto nuestra propia salud y la de nuestras familias para luchar unidos contra esta pesadilla.

Cuando nosotros somos la sanidad de miles de funcionarios de este país que no tienen Seguridad Social y somos nosotros sus médicos de cabecera, sus pediatras o sus hospitales de referencia, y hablo de cientos de maestros a los que yo misma atiendo en consulta, bomberos, policías, militares y demás fuerzas de seguridad del Estado.

Pero no, señores, a nosotros se nos niega la vacuna. La Comunidad Valenciana está a la cabeza en incidencia acumulada de casos en España, a la cabeza en dosis de la vacuna administrada, con más del 90% de las dosis puestas, y, sin embargo, ni una sola dosis se ha puesto a ningún sanitario de los que ejercemos en la privada. A ninguno.

Tenemos que aguantar, además, como alcaldes son los primeros en vacunarse cuando nosotros seguimos sin respuestas y seguimos, por supuesto, yendo a trabajar todos los días para atenderlos a ellos, a sus hijos, a sus nietos y a todo paciente que entre por la puerta de nuestra consulta.

Hemos invertido todos nuestros recursos para aunar fuerzas, para trabajar en equipo, para luchar unidos; hemos estado y estamos al pie del cañón desde hace un año y se nos sigue negando la vacuna.

Celebramos cada fotografía subida a redes de nuestros compañeros vacunándose, cada vídeo en televisión, cada declaración en los medios, mientras nosotros, en la Comunidad Valenciana, seguimos esperando nuestras vacunas.

Llevamos un año partiéndonos la cara contra negacionistas, antivacunas y temerarios que no solo nos atacan, sino que ponen en riesgo al resto de lo población con sus argumentos alejados de toda evidencia científica mientras enterrábamos a compañeros...

Hemos llamado a la calma a la población, hemos repetido hasta la saciedad la importancia de las vacunas, hemos invertido el poco tiempo libre que nos quedaba al llegar a casa en divulgar en medios de comunicación y en redes sociales, les hemos robado ese tiempo y esa energía a nuestros propios hijos porque estábamos convencidos del bien que hacía a la población escucharnos.

A mí, personalmente, se me convocó desde el propio Ministerio de Sanidad para ayudarlos en la difusión y divulgación de información veraz, algo que, señores, yo ya hacía antes de que ustedes estuviesen en el Gobierno y antes de que la consellera de Sanidad que tenemos en la Comunidad Valenciana ocupara un puesto que a mí no me representa.

Hemos esperado con ansia la tan anhelada vacuna y hemos repetido hasta la saciedad: confíen ustedes en la ciencia, por favor, sin ciencia no hay progreso.

Y ahora desde nuestra Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana se nos niegan las vacunas.

No tenemos plazos, ni procedimientos, ni protocolo ninguno, pero nosotros seguimos atendiendo a todos los pacientes que se nos derivan, a todos los funcionarios y a todas las personas vengan de donde vengan porque esto o lo hacemos juntos o no lo lograremos.

Así que comprenderán que los que trabajamos en la sanidad privada exigimos que se nos trate exactamente igual que a nuestros compañeros.

No se pueden ustedes imaginar la impotencia de ver caer a tus compañeros mientras se nos niega una vacuna que llevan administrando desde hace más de 20 días en nuestra comunidad.

Así que me sumo a la denuncia del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Alicante que se niega a permanecer impasible contra esta injusticia y exige la vacunación inmediata de todos los sanitarios con los mismos ritmos y protocolos que el resto.

Señora consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Ana Barceló; señor presidente de la Comunidad, Ximo Puig, y señor ministro de Sanidad, Salvador Illa, soy miembro del Consejo Asesor de Unicef y de mi labor y viajes a terreno con ellos aprendí que todos los niños del mundo tienen derecho a vacunas hayan nacido donde hayan nacido porque el derecho a la salud es un derecho universal.

¿Y si lo aplicamos también a los sanitarios?

Muchas gracias a todos.

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