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Riopedre es víctima de una discriminación

Al exconsejero se le niegan beneficios penitenciarios que sí logran el etarra Troitiño, Fernández Villa y los responsables del procés

Cuando la misericordia atempera el rigor de la ley, la justicia se hace más digna por ser más humana, siempre y cuando que la piedad institucional expresada mediante los actos de gracia legalmente establecidos se ejerza sin discriminación, conforme dispone el artículo 14 de la Constitución Española: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Viene a cuenta lo anterior a propósito de la que, en mi opinión, es una lamentable y discriminatoria situación penitenciaria sufrida por el ex consejero del Gobierno asturiano Jose Luis Iglesias Riopedre, que debe de ser corregida con urgencia.

En casos de manifiesta y muy grave enfermedad, cuando el preso tiene, además, una edad elevada, o se encuentra claramente en la ancianidad, se suele otorgar el tercer grado penitenciario si previamente se ha cumplido una parte importante de la condena, y, además, se ha producido arrepentimiento inequívoco respecto de la conducta objeto de sanción penal y no es previsible la fuga del preso, ni la reiteración delictiva.

Todas esas circunstancias se dan en el caso del señor Iglesias Riopedre, quien con 83 años, sufre un cúmulo de padecimientos físicos muy serios, algunos de los cuales revisten tan objetiva gravedad que han impuesto de forma reiterada su ingreso hospitalario. Por otro lado, Riopedre ha manifestado repetidamente su arrepentimiento, y son ilusorias y absolutamente imposibles su fuga y la reiteración del delito por el que fue condenado.

Por poner solo algunos ejemplos entre otros muchos posibles, de la discriminación que existe en el caso de Iglesias Riopedre, en estos días hemos conocido la excarcelación por razones de salud del etarra Troitiño, autor de horrendos y numerosos asesinatos; el acuerdo de no ingreso en prisión de José Ángel Fernández Villa, cuya carrera delictiva fue claramente abominable y repugnante; el otorgamiento del tercer grado a Maria Jesús Otero, encausada en el mismo proceso que Iglesias Riopedre, pero por delitos y conductas mucho más feas, y por supuesto también la salida de prisión con un tercer grado (de momento no impugnado por la Fiscalía) de quienes pusieron a España patas arriba, pretendiendo dar un golpe de estado que rompiera el país, la Constitución y el mas elemental marco de convivencia cívica.

Ignoro si Troitiño ha declarado su arrepentimiento o pedido perdón las victimas de sus asesinatos, pero de otros de los que cito no esta probado en absoluto que hayan manifestado su arrepentimiento, y tampoco existe seguridad alguna de que no vuelvan a delinquir . Pero aun así, están ya en la calle, con sus familias.

Yo espero que la piedad institucional que se ha tenido con ellos, que no quiero discutir ahora, se tenga con Iglesias Riopedre. La ley y la acción de las administraciones no permite discriminaciones, teniendo en cuenta, además, que la fiscalía es una, y debe de actuar conforme determina el artículo 14 de la Constitución.

Es público y notorio que el señor Iglesias Riopedre y yo procedemos de mundos muy distintos, pero me parece que por encima de la politica, y de cualquier otro tipo de relacion, cuando se observa una discriminación como la que el padece , y el consiguiente indebido sufrimiento, solo cabe pedir piedad, que es el valor humano de mayor y mejor entidad y que define a una sociedad que pretenda respetarse a sí misma.

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