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Las oportunidades de crecimiento empresarial al calor de los fondos europeos

El impacto del Covid en la economía está siendo mucho más importante de lo que al principio se podía intuir. La paralización de la actividad económica ha supuesto una importante caída del PIB y del empleo y, si bien el inicio del proceso de vacunación abre el camino para terminar con la pandemia, será un proceso que llevará su tiempo.

Ante la actual incertidumbre sobre la prolongación de las restricciones que impiden una vuelta a la “normalidad” de la actividad económica, se plantean escenarios en el año 2021 y 2022 que son más desfavorables de lo que se preveían a finales de 2019. Así, hasta 2023 no se plantea una vuelta a la situación económica pre Covid tal y como señala el Banco Central Europeo. Nos encontramos, por tanto, en los próximos años en un escenario económico de menor crecimiento económico del esperado, mayor tasa de paro y bajos tipos de interés que afectarán al desarrollo de la actividad empresarial. Frente a esta situación, la Unión Europea ha tomado una serie de medidas de importante impacto, entre ellas, la puesta en marcha de los denominados fondos “Next Generation”. Estas ayudas movilizarán 750.000 millones de euros de los que, al menos, 140.000 millones se prevé que lleguen a España a través de transferencias y créditos en los próximos seis años. De estos 140.000 millones, unos 72.000 se desembolsarán a través de ayudas a fondo perdido y el resto a través de préstamos.

Este fenómeno producirá un efecto expansivo que mejorará la actividad económica y el clima empresarial. Además, dará muchas posibilidades a las empresas que se preparen y se enfoquen en las materias apoyadas por los planes de inversión. No obstante, serán los grandes proyectos transformadores, que promuevan cambios estructurales los que están llamados a beneficiarse en mayor medida de estos fondos. En este sentido, muchos de ellos serán realizados a través de las Administraciones Públicas o a través de la colaboración público-privada.

Ante el cambio en tantos factores de nuestro entorno, es imprescindible para las empresas re-pensar su estrategia y tomar decisiones en función de cómo se haya visto afectada: analizar cómo ha afectado la Covid-19 a la actividad propia y a la de los sectores a los que se dirige la actividad, si es preciso modificar procesos de negocio para adaptarse a los cambios en el funcionamiento y hábitos de consumo o cómo se pueden identificar oportunidades de inversión en el marco de las ayudas europeas.

Por otro lado, es necesario analizar cómo afecta el tamaño a las posibilidades de negocio ante las nuevas oportunidades. ¿Tengo tamaño suficiente para acudir solo a convocatorias o a licitaciones? ¿Tengo proyectos, pero necesito colaboradores? ¿Soy pequeño, pero tengo una alta especialización y busco proyectos mayores en los que pueda aportar valor? El tamaño es clave para estructurar proyectos y para acudir a convocatorias y licitaciones (solvencia, recursos humanos, expertise, etc.), por lo que las estructuras colaborativas se presentan como una opción para acometer proyectos a las empresas que no puedan hacerlo por sí solas. Por otro lado, en este momento se potencian y favorecen las estructuras colaborativas, por lo que es una oportunidad para pequeñas y casi una necesidad / obligación para las grandes compañías.

Otra fórmula siempre posible para aprovechar oportunidades y consolidar el crecimiento es la adquisición de empresas que en este momento sean estratégicas para los proyectos de inversión de la compañía.

Para valorar cualquier decisión de crecer, es necesario examinar la capacidad financiera de la empresa, puesto que para proyectos de inversión se podrá disponer de una parte de ayudas, pero se precisarán otras fuentes de financiación propias y ajenas. De nada serviría trabajar en la configuración de un proyecto si la empresa no es capaz de atraer los recursos financieros necesarios. No hay que olvidar que, aun contando con el nuevo marco de ayudas europeas, el proyecto habrá de atraer recursos propios y otras fuentes de recursos ajenos si éstos se necesitan para completar la financiación de la inversión. Por lo tanto, ante este nuevo contexto económico, es preciso detectar las nuevas amenazas y oportunidades que se nos presentan, repensar la estrategia empresarial atendiendo a nuestras capacidades y tamaño y enfocar las oportunidades de crecimiento para nuestra compañía.

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