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Avanzar en feminismo es avanzar en derechos

Este 8 de marzo el Gobierno presentará el Plan Corresponsables para la contratación de cuidadores y cuidadoras profesionales para ayudar a las familias al cuidado de personas menores de 14 años. Avanzar en esta medida, junto a la puesta en marcha del futuro Sistema Estatal de Cuidados, fue una de las peticiones de la moción presentada por Cambia Avilés que aprobó el pleno municipal el pasado mes de febrero. Así, el pleno trasladaba su apoyo para promover una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres y hacer fuerza frente a los sectores más conservadores que reaccionan cada vez que el feminismo avanza en derechos para una sociedad más igualitaria. Clama al cielo la posición de los partidos de derecha, que, negando la mayor, ni si quiera han querido reconocer lo que nos dicen las estadísticas: que en Asturias existe una brecha salarial de un 29,2%, un 24,2% de mujeres trabajando a tiempo parcial frente al 6,3% de los hombres o que el 80% de las personas que solicitan excedencias para cuidar son mujeres.

Sin embargo, hace tiempo que el sentido común mayoritario camina en otra dirección y el movimiento feminista está siendo la gran punta de lanza en la conquista de derechos sociales en los últimos años. Uno de los grandes consensos del feminismo es, precisamente, el que refleja el lema del 8M de este año “Somos Esenciales”: los cuidados son esenciales en nuestra sociedad, una necesidad absolutamente transversal y también un derecho. Trabajos que han sido ejercidos históricamente por mujeres de manera invisible, sin remunerar, sin ningún tipo de reconocimiento social, y cuando pasan a ser una actividad remunerada muchas veces terminan convirtiéndose en trabajos precarios e invisibilizados. Es una urgencia asumir los cuidados como una pieza clave en el engranaje de nuestra sociedad y reconocerlos social y económicamente como un elemento básico de desarrollo y bienestar social. Porque (y es clave hacer hincapié en esto) la mayoría de los derechos conquistados por el movimiento feminista son transversales, generan beneficios colectivos en toda la sociedad. Así ocurre, por ejemplo, con la ampliación de los permisos de paternidad y maternidad, con la aspiración de gratuidad de la educación infantil, con los avances en dependencia o en otros servicios públicos relacionados con los cuidados. La dura situación provocada por la pandemia del COVID-19 ha hecho más evidente aún la importancia y la centralidad que ocupan los cuidados en nuestra sociedad, la necesidad de favorecer el reparto y la conciliación y de garantizar el derecho a cuidar y ser cuidada/o. Por eso, este 8M los retos del movimiento feminista están más vigentes que nunca. Estés donde estés, en las casas o en las calles, este 8M seguimos avanzando.

 

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