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Margarita Fuentes Noriega

La importancia de una prueba muy sencilla

Un plan de cribado que debe ser igual para todos y mantenerse firme pese a la pandemia

Hoy, en el día mundial del cáncer de colon, toca hablar de este tipo de cáncer, que es el que mayor incidencia tiene en España, con un total de 38.791 nuevos casos detectados en el año 2020 (1.065 en Asturias) según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), siendo, además, el segundo tipo de tumor que más muertes causa en España. Pero también es un cáncer que, detectado a tiempo, ofrece un alto porcentaje de supervivencia y esto siempre es un dato positivo que no debemos olvidar. De ahí la importancia no solo de incorporar en nuestras vidas hábitos saludables, sino fundamentalmente de la implantación de los programas de cribado. Junto con el cáncer de mama y cérvix, son tumores que se pueden detectar precozmente y ello con la importante consecuencia de disminuir la mortalidad a corto plazo, lo que en el caso del de colon implicaría salvar unas 4.000 vidas cada año en nuestro país, además de mejorar el pronóstico y la calidad de vida de otras muchas.

Sin embargo, y pese a la importancia del cribado, en España su implantación es muy desigual. Hay comunidades autónomas en las que apenas han comenzado su desarrollo mientras que en otras está implantado en prácticamente la totalidad de su territorio, siendo uno de los ejemplos más llamativos de la inequidad que existe en nuestro país en el abordaje de esta enfermedad.

La pandemia no ha hecho más que agravar esta situación. Durante la primera ola se suspendieron todos los cribados, si bien se observa que se van retomando a diferentes ritmos y, por supuesto, siempre con las más estrictas medidas de seguridad.

En el Principado de Asturias tenemos la suerte de tener el cribado del cáncer colorrectal implantado en todas las áreas sanitarias desde el año 2019, año en el que fueron invitadas a realizarse el test de sangre oculta en heces (TSOH) un total de 121.191 personas, de las que participaron 45.177. En el año 2020, a causa de la pandemia, se invitaron a 58.115 y participaron 12.928. Una significativa reducción, sin duda, en la que el covid ha tenido un gran impacto. Pero lo importante y positivo es conocer, y me consta personalmente, el compromiso de nuestras autoridades sanitarias y, en concreto, del Consejero de Salud del Principado de Asturias de retomar y mantener los cribados y medir el impacto que el covid ha generado en su desarrollo, tal y como se aprobó en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado 24 de febrero sobre la pandemia de covid-19 y la prevención y el control del cáncer. En consecuencia, se comprometen a adoptar las medidas que sean necesarias para continuar con su desarrollo al ritmo necesario y, al mismo tiempo, proteger a las personas con cáncer en este contexto de pandemia.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer animamos a todas las personas a que participen, a que no tengan reparos en acudir cuando sean llamadas a la realización de la prueba de TSOH, pues es una prueba sencilla y simple pero que puede salvar su vida. La tasa de participación en el pasado año fue solo de un 22,25%. En nuestra mano está, en muchas ocasiones más de las que pensamos o somos conscientes, prevenir incorporando hábitos de vida saludables, como antes decía, y, sobre todo, acudiendo y participando en los programas de detección precoz.

Finalizo haciendo esta llamada a la participación e insistiendo sobre la importancia de lograr un acuerdo de toda la sociedad para que se acabe con la inequidad y se pueda garantizar el derecho a que toda la población en edad de riesgo pueda acceder a los planes de cribado al margen de cuál sea su lugar de residencia.

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