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JC Herrero

El colapso estructural de los inmuebles

El Informe de Evaluación de Edificios y la deconstrucción

El término deconstrucción está muy relacionado con la investigación y análisis conceptual. Si un antropólogo y un arqueólogo aúnan sus interpretaciones a partir de vestigios hallados en dolinas, deconstruimos. En primer lugar con la materia conservada y en consecuencia su uso cultural, en definitiva comportamientos. Vayamos a la deconstrucción más actual.

El colapso estructural de los inmuebles

La labor de los servicios de emergencia y seguridad que acuden al rescate de las víctimas atrapadas tras el “agotamiento” de estructuras, que por varias razones sucumben a la estabilidad, es deconstruir y rescatar a la vez. No se trata de desescombrar o aligerar sobrecargas. Es más complicado.

Un edificio que colapsa tras un incendio, inundación, sismo, sobrecarga de nieve, o simplemente por obsolescencia, deja signos evidentes de las causas que provocaron su ruina, incluso previamente lo anuncian grietas o deformaciones que anuncian la precariedad estructural. En ocasiones más silente, como la oxidación interna del forjado, sobre todo en techumbres planas donde el descalce estructural da señales.

No hay que olvidar la vinculación del Informe de Evaluación de Edificios, el IEE, obligatorio, máxime si son edificios de uso público antiguos.

La tragedia social y familiar que deja la pérdida de vidas humanas en un derrumbe es indescriptible, pero es obligado el análisis de causas, evitar que vuelva a suceder y que cunda el ejemplo. Los ayuntamientos no se pueden llamar andana, deben tomar nota. En colegios, auspiciados por la Consejería.

Tras un colapso, se deconstruye en entrevistas a testigos, en la supervisión de planos, y sobre todo en el silencio, obligado para iniciar rescates.

En un derrumbe en el que se sospeche hay personas atrapadas los equipos de intervención utilizan sofisticados medios de localización, esperando una respuesta mínima de las personas atrapadas, incluso rasguños de uña pidiendo auxilio. Además, el uso de equipos caninos adiestrados en localización de personas.

A toda fase de duelo corresponde la objetividad del origen causal del hecho, del colapso y sus consecuencias. Por dos razones.

La primera, dimensionar pericialmente el accidente con la multidisciplinar visión de los intervinientes. En ocasiones, modificar un simple tabique, que no es estructural, debilita a un forjado que está en ruina inminente.

En segundo lugar, consolidar la obligación del Informe de Evaluación de Edificios, el IEE, que debe ser exhaustivo, riguroso para los edificios de uso público, sin excepción.

Eso es deconstruir, analizar causas para que no vuelva a ocurrir.

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