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Luis M Alonso

Sol y sombra

Luis M. Alonso

Directo al grano

Subtítulo opinión xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Crece la sospecha de que el bipartidismo se esta recociendo gracias una polarización a la desesperada del voto que invita a elegir entre Sánchez y su alternativa del centroderecha. Da la impresión de que alguien ha tocado la trompeta y ha dicho no es hora de matices ideológicos sino de sumar fuerzas para derribar un gobierno. Su voz ha tenido el eco suficiente provocado turbulencias en Vox, que no sabe por donde tirar, y la desbandada progresiva en Podemos. Ciudadanos, ya hace tiempo, quedó descabalgado.

Probablemente fueron los partidos populistas emergentes de la derecha y de la izquierda los que con su estrategia polarizadora del voto han conseguido ahuyentar a los electores hacia unas urnas posibles, de primera necesidad. Puede también que los españoles hayan llegado a la conclusión de que en circunstancias económicas difíciles y con un futuro incierto es más conveniente transitar por los caminos trillados más previsibles de la política antes que seguir a los que tensan la cuerda con la megafonía de las conciencias airadas o el frentismo guerracivilista.

Sánchez está empeñado en resistir a golpe de talón, repartiendo cheques sociales y subiendo los sueldos como reclamo del voto de los jubilados. Solo faltaría que Feijóo entrase en la puja prometiéndole a su clientela pensionista que el Partido Popular está dispuesto a recoger el órdago del 8,5 por ciento e igualar la crecida socialista. No se puede descartar nada cuando los partidos son capaces de despellejar el toro y poner el país en almoneda con tal de salirse con la suya. El presidente del Gobierno no se esconde, ni es amigo del disimulo, todo se entiende a la primera cuando se decide a jugar sus cartas. No hace lo que Rodríguez Zapatero que, en su desesperación, anunció inversiones en planes que nadie entendía y tampoco le sirvieron para remontar el vuelo en unas horas económicas igualmente fatídicas. Sánchez sube los sueldos a los funcionarios y a nueve millones de pensionistas. Va directo al grano.

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