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¿Qué supone esa manchita de manifestantes, reunida anteayer en la plaza de Colón alrededor de Abascal? ¿Un 0,5 por ciento de Madrid? Sería una forma tonta de verlo. Tampoco vale que la mitad pueda ser del distrito centro, de signo político conocido. Madrid siempre se ha creído España, pero muchos españoles también lo creen. ¿Acaso las creencias no cuentan en política? Madrid es la corte, sede de las instituciones, partidos estatales, sindicatos, principales empresas, grandes medios nacionales, altos cuerpos, academias, teatros y museos de referencia, la intelligentsia. En esa gigantesca caja de resonancia un pequeño redoble de tambor se convierte en estruendo. Es la razón de que el gran poder haya preferido siempre no estar en la cazuela, sino en El Pardo, Moncloa, Zarzuela. El sismógrafo de Sánchez debería registrar el movimiento. Pero todavía más el de Feijóo.

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