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Morir atragantado

La importancia de conocer la maniobra de Heimlich

En las últimas semanas han sido frecuentes las noticias de prensa sobre muertes por atragantamiento: en restaurantes, algún colegio y recientemente un familiar de una personalidad conocida. El atragantamiento se produce cuando un objeto en la garganta o la tráquea bloquea el flujo de aire, lo cual puede provocar la muerte por asfixia.

El tema cobra especial importancia en este período de cenas navideñas de empresa, así como de festejos familiares. También es importante en los comedores escolares, donde los almuerzos suelen estar acompañados de las alegres risas de los chicos. Los casos se han ido multiplicando. Lamentablemente, nadie suele saber cómo socorrer a la persona y se cometen errores garrafales, como por ejemplo poner al afectado en el suelo, boca arriba, con lo que la muerte llega antes que el equipo de rescate.

Para evitar estos desgraciados accidentes sería necesario que el personal de los establecimientos gastronómicos estuviese entrenado para proporcionar los primeros auxilios. La sencilla maniobra de Heimlich consiste en apretar bruscamente el estómago con los puños para que el aire gástrico expulse el bocado que obstruye las vías respiratorias. La maniobra se realiza en posición erguida, colocándose el rescatador detrás del socorrido, o tal vez en el suelo, pero en posición "de lado" y ¡nunca acostado "boca arriba"! Existe una amplia información de esta maniobra de auxilio en internet que debería ser consultada por los responsables de restaurantes. Y mejor aún, que el personal que atiende al público tuviese la formación adecuada, recordada al menos una vez al año, a través de monitores especializados.

Sería además muy oportuno que todo establecimiento gastronómico dispusiera de un desfibrilador para casos de infarto de miocardio.

Y que decir sobre el infarto cerebral, el llamado ictus. Es muy fácil diagnosticarlo recordando las letras: H de hablar, S de sonreír, L de levantar los brazos, y también de sacar la lengua. Consiste en pedir a la persona afectada que repita una frase sencilla, como p. ej. "Hoy hace buen tiempo" para poder detectar la repentina e inquietante dificultad del habla; pedir que sonría y observar la asimetría de los labios; que saque la lengua y ver que ésta se desplaza hacia un lado; también observar que al intentar levantar los brazos, uno de ellos va cayéndose. En este caso las primeras tres horas son cruciales, ya que la actuación a tiempo puede salvar la vida de la persona o evitar una grave invalidez.

La Asociación de Hosteleros debería reflexionar y tomar medidas sobre estos accidentes, facilitando que el personal se forme en los primeros auxilios para poder prestar ayuda en estas situaciones, cada vez más frecuentes.

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