En corto y por derecho

Se busca asilo para la osa asesina de Italia

El país, dividido entre sacrificar o encerrar para siempre a "JJ4", que mató a un corredor en los Alpes

Italia está dividida entre si sacrificar o no a una osa que a principios de este mes de abril mató a Andrea Papi, un corredor de montaña cuando regresaba de un entrenamiento por los Alpes, en la provincia autónoma de Trento.

El gobernador de esta, Maurizio Fugatti, ha firmado la orden de sacrificio, una decisión que respeta aunque no comparte el ministro de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto Fratin, y que rechazan en bloque las asociaciones conservacionistas, que reclaman una alternativa para el animal.

Por cierto, ha sido bautizada "JJ4", nombre feo e impersonal –vale, sí, no es una persona– donde los haya. Se ve que por el Trentino no hay un periódico como este, con buena mano para identificar a los osos, como sucedió en Asturias con las famosas "Villarina", "Lara" o "Molinera".

Bueno, a lo que íbamos. Que en Italia hay debate sobre qué destino debe tener la agresiva osa, que tras ser capturada fue llevada a un centro en el que está otra, "M49", desde que años atrás le daba por deambular por zonas urbanas para susto de los vecinos. Hay algunas asociaciones que plantean que "JJ4" sea algo así como expatriada y busque refugio en otro país, en otra región. Todo con el objetivo de evitar su muerte que de ejemplar tendría poco, porque es seguro que el resto de osos que andan por los Alpes –allí sufren ya problemas de sobrepoblación y admiten que se les fue de las manos el proyecto, Life Ursus, para reintroducir la especie en los años 90– no se enterarán del castigo a su compañera por atacar a una persona y matarla. Ella tampoco colegirá que una cosa ha llevado a la otra.

La cuestión es que a ver quién se atreve a dar asilo a "JJ4". Asturias sería buen lugar, famosos como somos por ser territorio osero. Aunque por aquí no nos hacen falta, la verdad, pues ya empieza a haber bastantes ejemplares, fruto de una política de recuperación acertada que ha logrado evitar la extinción del oso pardo del Cantábrico. Esperemos que se quede así, en un éxito, y no pase como en los Alpes italianos, donde ahora no saben qué hacer con tantos.

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