Hacía su trabajo

La trayectoria en el Gobierno de Juan Cofiño, que ocupará ahora la presidencia de la Junta General

Carlos Paniceres

Carlos Paniceres

Han pasado más de treinta años desde que formé parte del Centro Democrático y Social (CDS), tiempos de juventud, y de pasiones que mantengo, pero con el sosiego del paso de los años. En aquella época conocí a una persona en las filas del PSOE que destacaba y no pasaba inadvertido, se trataba de Juan Cofiño que ya anunciaba, como persona transparente que es, su compromiso y sus convicciones socialdemócratas. Tenaz defensor de estas, se encontraba en el exclusivo círculo de personas que genera el respeto tanto de los suyos como de los adversarios políticos.

Estos días vemos el anuncio de su paso del ejecutivo como vicepresidente del Gobierno de Asturias –en la práctica es más que un vicepresidente al uso– a un plano más institucional como es la presidencia de la Junta General del Principado de Asturias.

Esta decisión ha provocado en muchos sensación de vacío e incluso de orfandad, extendida a sus adversarios acérrimos, al saber que se pierde en el Gobierno a un político con mayúsculas, que representa a esa vieja política frente a la nueva tan efímera; donde términos como consenso, responsabilidad, diálogo, lealtad, compromiso, sensatez, discreción, altura de miras, respeto por el adversario o templanza, forman parte de su forma de ser. Parece que estas palabras no están de moda y sí enfrentamiento, bloques, indiscreción, insulto o radicalidad. En definitiva, vemos con desasosiega que prima lo inmediato y el titular frente a lo importante y la discreción.

En estos cuatro años de legislatura complejos, con pandemia incluida, puedo asegurar al ser testigo de ello, que Juan se ha dejado la piel y hasta la salud, con una agenda infinita, sacrificando fines de semana y vacaciones, con el coste familiar pertinente. Sus constantes viajes a Madrid dieron frutos. Cada dos horas visitaba un ministerio o se reunía con empresarios para convencerles que Asturias era una tierra de oportunidades y siempre con el objetivo de influir en el bien de esta región.

Ha estado en discusiones y acuerdos, respondiendo reclamaciones y participando en negociaciones, defendiendo el interés general dentro de sus ideas políticas, acompasadas con luces largas y altura de miras. En todos y cada uno de los asuntos cruciales de esta legislatura, de las que hacen saber quiénes son los mejores, ha estado Juan Cofiño.

La oficina de captación de inversiones, con el éxito de Amazon, la clínica Quirón, la inversión en Langreo de Exióm, la fábrica de Sialtronica en Avilés o la llegada de Sapio; la lucha porque la pandemia tuviese como objetivo salvar empresas y empleos además de vidas; las negociaciones para la aprobación de las leyes reformistas de esta legislatura, como la de calidad ambiental o la reforma de las administraciones a través de la ley de medidas urgentes; la puesta en marcha de Sekuens; los cimientos para la próxima ley de proyectos singulares y la oficina económica de Asturias en Madrid; dar respuesta a Duro Felguera, a la marcha de Danone, a mejorar Sogepsa, al acuerdo de las tres administraciones en La Vega... Y en nuestro plano, porque hay que ser agradecidos, a poner en valor a las Cámaras de Comercio como corporaciones de derecho público que ayudan y colaboran, en contra del viejo establishment que las quieren tener arrinconadas porque pretenden que todo siga igual para que nada cambie.

En todo esto y en mucho más que no cito por cuestiones de espacio, allí lo hemos encontrado. Ha estado en el centro de la melé porque la buscaba cuando se formaba y se ha imbuido en ella para dar soluciones. El presidente Adrián Barbón, se enfrenta a un reto difícil como es encontrar una persona que le pueda suplir con éxito. Me consta que es consciente y en ello está trabajando, aunque seguro que Juan seguirá dándole buenos consejos, asesorando y diciéndole siempre lo que toca, aunque no guste, porque no sabe actuar de otra manera.

Acabo con lo dicho en la Asamblea de Otea del pasado jueves en su presencia "Gracias Juan por todo lo que has peleado por Asturias, esta tierra está en deuda contigo". Su respuesta fue: "Hacía mi trabajo".

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