Entender cómo llegan a Trump

Los análisis europeos de la política estadounidense

Albert Sáez

Albert Sáez

Todo indica que Donald Trump no tendrá ningún obstáculo, que no sea la salud o la justicia, para ser el candidato del Partido Republicano a la Presidencia de los Estados Unidos. Y hay posibilidades de que gane. Lo fácil, desde Europa, es alzar esa superioridad moral tan colonial y explicarlo todo por la zafiedad de los votantes norteamericanos. Deberíamos ser algo más modestos. Aquella es la democracia liberal y representativa del mundo. Lo de Gran Bretaña era un precedente inmediato, pero no era lo mismo. Y lo de Francia llegó algunos años, pocos, después. Ese contexto hay que recordarlo antes de hacer juicios de valor sobre el comportamiento electoral de aquella gente que, además, son líderes globales en tecnología, comercio y ciencia. Cierta intelectualidad europea tiende a menospreciar a los que no piensan como ellos y solo admiten la posibilidad de que alguien manipule a los diferentes, se les niega el derecho a la disidencia, a pensar diferente y actuar en consecuencia.

Leyendo las memorias de Obama uno entiende mejor a su sucesor. Explica el presidente demócrata que llegó al cargo por el hartazgo del electorado por el bipartidismo que anidaba en Washington y por la capacidad que le proporcionaron las redes sociales de movilizar votantes tradicionalmente abstencionistas. En parte, con otro bias ideológico, Trump alcanzó su primera presidencia por las mismas razones. El bipartidismo aporta estabilidad a las democracias, pero tiene el riesgo de la impunidad. Especialmente si acaba encubriendo la corrupción o dando la sensación de que lo hace. De esa impunidad, real o ficcionada al estilo de "House of Cards" nacen estos nuevos liderazgos que en el caso de Obama dio pie a un hito histórico por el acceso de un afroamericano a la presidencia y en el caso de Trump a darle el cargo a la simple y mera extravagancia. Si hacemos un ejercicio para entender cómo llegan los norteamericanos a optar por Trump o los argentinos por Milei igual nos es más fácil ayudarlos o impedir que uno de los suyos nos gobierne.

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