Despidos

Motivos para echar a la gente

Carmen Martínez Fortún

Carmen Martínez Fortún

Muy en contra del edadismo, no creo que Jaime Peñafiel escupa sus excrementicias mentiras sobre Letizia debido a su avanzada edad. De hecho no comprendo que periodista alguno que se respete a sí mismo y alguna vez haya tenido algo parecido a una carrera, aunque sea en el cuestionable ámbito de la prensa del cotilleo que no rosa, pueda, por muy cerca que se encuentre del invierno de su descontento, dedicarse a vomitar solo escoria por el mero placer o ansia de hacer daño a una persona y a toda su familia, pero el rencor, la maldad o lo que sea no tiene límites y se puede llegar a los 91 años y seguir siendo tan viperino como el primer día o más.

El caso es que a Peñafiel lo han echado de "El Mundo" y a Savater de "El País" por razones muy distintas –y que honran al filósofo– en la misma semana que Iglesias ha echado a su hasta ahora amigo Monedero por motivos que ellos sabrán y que una intuye que se deben, en el último caso, a la nula capacidad del sumo pontífice de Podemos de tolerar insumisiones, pues solo acepta a los espíritus libres cuando actúan según su santa voluntad (la de Iglesias).

Estos despidos se enmarcan en una España actual donde la Ministra de Trabajo, experta en imposiciones aunque la palabra diálogo no se le caiga de la boca, acaba de anunciar que va a convertir el despido en disuasorio, lo que no ha disuadido a los patrones anteriores de echar a sus tres ilustres asalariados. Al mismo tiempo, el último barón superviviente del socialismo español dentro del sanchismo todopoderoso y excluyente acaba de confesar que, en el mismo, a todo dios que no está de acuerdo le echan, aunque a él todavía no ha habido narices para hacerlo, pero sí para desterrarlo al extrarradio en el que según sus propias palabras y las del campeón de las macarradas Puente lleva tiempo extraditado.

Según Page, su postura, que es la de tantos, ahora es minoritaria, pero, quién sabe, a lo mejor en un futuro no. Ahí lo deja, activando la esperanza desesperanzada de quienes vemos al PSOE en caída libre al abismo, pero como él, nos resistimos a que ocurra.

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