Un PSOE en arenas movedizas

Las consecuencias tras las elecciones en Galicia y el liderazgo del presidente asturiano ante un posible cambio de ciclo

Adrián Barbón

Adrián Barbón

Vicente Montes

Vicente Montes

Los resultados electorales se leen según conviene a cada cual, así que al abrirse las urnas gallegas ha ocurrido lo esperado. El mismo PSOE que habría celebrado casi como victoria haber conseguido un gobierno de coalición como segundón con el BNG (aun a costa de perder escaños) afirma ahora que el 18F se votó en clave regional. Y el PP no ha tardado en sentenciar el inicio del fin del sanchismo; en circunstancias adversas se habría apresurado a asegurar que no se evaluaba en Galicia el liderazgo de Feijóo.

Lo que es indudable es que el PSOE entra en arenas movedizas. La número dos de los socialistas, la vicepresidenta María Jesús Montero, ha reclamado "liderazgos transversales" en el partido al tiempo que ha arremetido contra el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, por sus críticas señalando la política de alianzas de Pedro Sánchez como una de las causas del ciclo descendente.

Pero lo cierto es que los gobiernos autonómicos del PSOE son evidencias contrastadas de liderazgos transversales. Page tiene la única mayoría absoluta de los socialistas. Y en ese limitado club de dirigentes que han tenido victoria electoral está el asturiano Adrián Barbón. El presidente del Principado no ha abierto la boca para evaluar el resultado en Galicia, pero debería tomar buena nota de dos cuestiones.

La primera, que el PP de Alfonso Rueda ha vuelto a sacar provecho de la identificación territorial del partido, de la "galleguidad": una suerte de nacionalismo suave apegado al terreno. A eso se ha ido aplicando Barbón en los últimos años, con una estrategia de identificación de la FSA con la "asturianidad", más emocional que reivindicativa. La segunda cuestión es si Barbón está dispuesto a tener una voz propia en un PSOE que corre el riesgo de bunkerizarse en Moncloa. ¿Cómo interpretará Ferraz el momento en que el presidente asturiano se reúna con los otros presidentes regionales del noroeste (todos ellos del PP) para adoptar una posición común en financiación autonómica? A Page le llovieron críticas por formar un corrillo en Fitur con los presidentes de Andalucía, la Comunidad Valencia y Murcia y expresar su sintonía para reclamar compensaciones por la infrafinanciación de sus territorios.

El PSOE encara en las elecciones vascas y europeas a otro termómetro interno. Y si el desgaste de Sánchez crece comenzarán a aflorar discrepancias más allá de corrillos y conciliábulos. Page ha advertido del riesgo de que el ciclo electoral negativo de los socialistas se convierta en un ciclón que arrase con las siglas. Y si ese ciclón llega, Barbón se enfrentará al dilema de si salvar su liderazgo territorial o someterse a los vientos huracanados.

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