Opinión

Pax romana en Asturias

Suspendidas las hostilidades entre Barbón y el ministro Puente

Adrián Barbón y Óscar Puente.

Adrián Barbón y Óscar Puente. / LNE

Asturianos, ha estallado la paz entre el gobierno del Principado y el ministerio de Transportes tras unas semanas de escaramuzas dialécticas, guerra de guerrillas y emboscadas. La sangre no llegó al Pisuerga ni a La Chalana, de tal manera que el “prínceps” de Valladolid y el pretor de Laviana sellaron en secreto una “pax romana” que, como la de Augusto, augura doscientos años de prosperidad para Asturias, con trenes veloces que van y vienen, túneles que se ensanchan, viales que se abren y calzadas por el mar de Gijón a Nantes a modo de Vía Apia oceánica. Habrá que celebrar saturnales y erigir mármoles o marmolillos a ambos próceres. No se encuentra lugar más idóneo para festejar tal evento que la barriada de Jove, que como bien conocen los latinistas es el nombre del dios supremo del panteón romano. Fírmese el acuerdo de entendimiento cordial y fructífero con un baño de masas en las termas del Campo Valdés. Lleguen para el agasajo desde los confines, chuleteros occidentales de vaca roxa, quesos milenarios de los druidas del Oriente y generosos racimos de uva de Cangas.

Tras semanas de vituperio mediático en los rincones más levantiscos del imperio sanchista, es hora de que el ministro Puente, excelso gladiador, se pasee en cuadriga por la calle Uría, tocada la sien con laureles, flanqueado por la guardia pretoriana del socialismo asturiano, mientras las ocas del Capitolio le hacen los coros a Agripina. Cese el vil ataque de gladius de los bárbaros columnistas y troquen sus flechas plenas de veneno en positivas soflamas. Se acabaron las columnas de desprestigio: constrúyanse ya solo, en loa y elogio al ministro, columnatas corintias de capitel florido. Que el alcalde Canteli ordene construir un coliseo en la plaza de toros de Buenavista y Moriyón levante un anfiteatro en Naval Gijón, con concursos florales de gaita y lira. Y aquí “pax” y después gloria.

Sea todo a la mayor celebridad del titular de Transportes y su “tribunicia potestas”. Que los dioses paganos protejan muchos años a Oscar Pontis, de la tercera declinación, una vez sometidos a la arena de los leones, en cristiana actitud, sus acerados críticos.  

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