Las avispas asiáticas acaban con la cosecha de peras en un huerto de Colombres

Colombres (Ribadedeva),

Emilio G. CEA

Hacía varios días que Antonio Álvarez Boeta estaba con la mosca detrás de la oreja. No se explicaba lo que estaba ocurriendo con los siete perales variedad manteca hardy que tiene en su huerta de Colombres. En los 25 años que lleva con su huerto este jubilado de 85 años de la antigua Caja de Ahorros de Asturias dice no haber visto nada igual: varias avispas asiáticas de gran tamaño se han llevado por delante la totalidad de las peras que ya brotaban en la media docena de árboles que tiene.

En un primer momento echó la culpa a los miruellos y a los caracoles, pero había algo que no le cuadrada. «Las picaduras de miruellos son mucho más pequeñas», asegura, mientras sostiene en su mano una bandeja con la prueba del delito: media docena de peras con enormes mordeduras.

La solución al enigma de las peras se le presentó a Antonio Álvarez de manera inesperada la tarde del domingo. Las diferentes conjeturas que había llevado a cabo le llevaron incluso a vigilar sus árboles de madrugada. «Estaba el domingo recogiendo unas fresas cuando sentí el zumbido de las avispas y con la misma tijera con la que cortaba las fresas golpee a una. La metí en un bote y permaneció viva durante más de dos horas», asegura. La avispa de grandes dimensiones pertenece a la especie «Vespa velutina», que también ha sido localizada en un pueblo de Colunga, donde trae de cabeza a los vecinos. «Tras ver la avispa me vino a la mente la noticia publicada por LA NUEVA ESPAÑA el sábado sobre el ataque de estas avispas a una mujer en Colunga», señala.

«Lo que más me extraña es que se las coman verdes, pues faltan varios días para que las peras maduren», señala. El pasado lunes retiró la totalidad de las peras comidas de su huerta donde tiene plantados tomates, lechugas, alubias, fresas y pimientos. La avispa que Álvarez guarda en su bolsillo envuelta en una servilleta la ha enseñado ya a varios vecinos de Colombres, algunos de los cuales han mostrado su sorpresa por el tamaño del insecto. «Muy cerca de aquí debe existir un enjambre porque si no esto no se explica» dice. Esta avispa llegada a Europa desde China en 2004 ha causado ya varios problemas en la comarca durante los últimos días.