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Un problema repetido durante años

El Barco quiere desahogarse

El barrio de Arriondas confía en que las obras que se realizan acaben con los problemas de encharcamiento

Marcos Gutiérrez, en las obras de El Barco. P. M.

Cuando llueve intensamente, los sótanos y garajes del barrio de El Barco, en Arriondas, se inundan. No se debe a su cercanía a los ríos que rodean la capital parraguesa, sino a que el "tanque de tormentas" destinado a recoger las aguas pluviales se llena y no puede "aliviar" en el Sella, porque también ve su caudal aumentado. Las obras han sido licitadas por la Consejería de Fomento, están siendo ejecutadas por la empresa Tragsa e incluyen la colocación de dos bombas que evacuarán el agua al río Chicu, cuyo lecho es más profundo y puede recibirlas sin problema.

Los trabajos tienen un coste de 77.732,05 euros y se espera que acaben con las inundaciones, aunque el alcalde de Parres, el socialista Marcos Gutiérrez, afirma que "se sabrá cuando vengan días de lluvias importantes". La eficacia de la intervención quedará entonces aprobada o descartada, y, de suceder lo segundo, se optará por ampliar la sección de los tubos de desagüe como segunda opción.

Dos o tres veces al año, los vecinos de El Barco ven cómo sótanos, garajes e incluso los bajos del instituto de Secundaria, donde está ubicado el gimnasio, quedan anegados. Esta dificultad para evacuar las aguas pluviales existe desde hace muchos años, pero el regidor, que reside en este barrio, cree que el problema se "acrecentó desde que construyeron la depuradora de Ricao", entre los años 2003 y 2007.

Los técnicos que han evaluado ahora la situación creen que se trata de "un problema de evacuación de las aguas pluviales" y por eso han optado por mejorar el sistema de bombeo. La plataforma verde que está ubicada al final del barrio en dirección a los ríos tiene debajo un "tanque de tormentas" con una capacidad de 228.000 litros.

Tras las obras, cuando las lluvias sean muy intensas y este depósito se llene -al tiempo que el nivel del río Sella también aumenta- en lugar de retroceder por el colector por el que llegaron, las aguas serán bombeadas al río Chicu, que también bordea el barrio. Fuentes de la empresa adjudicataria explicaron que la próxima semana llegarán las tuberías y en quince días las dos bombas.

A esta zona de la capital parraguesa, la de menor altitud sobre el nivel del mar del entorno, van a parar las aguas pluviales de la villa y hasta de zonas más altas, como Cuadroveña. Esto hace que el volumen que se llega a juntar necesite de alguna intervención añadida para que una parte no acabe empapando las zonas más bajas de los inmuebles.

Además de un número importante de viviendas, en El Barco está la zona escolar de Arriondas, con el centro de Educación Secundaria y también el de Infantil y Primaria. En el barrio también se encuentra el Centro de Apoyo a la Integración (CAI) y un edificio en el que el Principado tiene oficinas de Administración Local.

El barrio también padece las inundaciones que se producen como consecuencia de las crecidas en el río Sella, aunque los técnicos han separado totalmente este problema de las que Fomento quiere frenar con la instalación de estas dos bombas.

Del río se ocupa la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), que el verano pasado presentó un plan que recoge, entre otras actuaciones, la elevación del cajero del Sella en el barrio de El Barco, la mejora de la capacidad de desagüe del Chicu, mediante el recrecido de las actuales defensas y la constitución de nuevas secciones de encauzamiento, además de sustituir el puente sobre este mismo río.

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