Los mejores embajadores de Piloña tanto dentro como fuera de Asturias tienen futuro. Infiesto acogió ayer la Gala del Deporte del municipio con un gran éxito de público para reconocer la labor de casi medio centenar de deportistas de los que la gran mayoría fueron jóvenes, aunque también hubo lugar para algunos veteranos que dejaron huella en el municipio.

El principal exponente de esta savia nueva es Manuel Espina, un joven de 17 años que en 2014 ganó el bronce en el mundial de Polonia de orientación en bicicleta y ayer recibió el premio como mejor deportista absoluto del año de la mano de la alcaldesa Carmen Barrera. "Mi objetivo es disfrutar con el deporte, nada más", comentó el joven tras recibir el galardón.

Sin embargo, el momento más emocionante del acto fue cuando Andrés Aguado recibió también de manos de la regidora el premio a los "Valores Humanos". Natural de Valladolid, Aguado llegó a Infiesto como profesor en 1981 y desde entonces realizó una labor encomiable en la formación de nuevos atletas, entre ellos, con el legendario y ya fallecido, Juan Puerta. "Pensé que venía de paso, pero me enamoré de mi mujer, Susi, y de Piloña a primera vista", declaró Aguado poco después de que la alcaldesa propusiese nombrarle Hijo Adoptivo del concejo.

Muy aplaudidos fueron otros premiados como el montañero Bernabé Aguirre como mejor trayectoria o Tino Cortés, como jugador de bolos federado más veterano a sus 81 años.