"Hay un problema de seguridad en la N-625 que es necesario subsanar, porque decenas de turistas invaden a diario la carretera para tomar fotos del puente 'romano'", señaló el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, quien negocia desde hace unos meses con la Demarcación de Carreteras en Asturias para ampliar la acera que da al monumento.

El Ayuntamiento elaborará en las próximas semanas el proyecto, por el que se prevé ampliar la acera más cercana al puente medieval cangués, de los 1,9 metros actuales a los 4 metros. La ampliación se conseguirá reduciendo la anchura de los dos carriles de la N-625 hasta el mínimo exigido por la legislación española, 3,5 metros, cada uno. Los responsables de la Demarcación ven con buenos ojos el proyecto, e incluso han aconsejado a las autoridades canguesas que descarten otra alternativa que habían estudiado: la construcción de voladizos sobre el río Sella, pues esta alternativa implicaría una tramitación mucho más larga y complicada.

La Demarcación está ya pendiente del proyecto definitivo para informarlo. El Ayuntamiento iniciará su redacción en los próximos días. La ampliación de las aceras afecta a un tramo de carretera de 125 metros. De momento, ya se conoce el coste de la remodelación, 70.000 euros. El regidor cangués aseguró ayer que buscará financiación y ayuda en otras administraciones, aunque indicó que en el caso de que no se consiga, el organismo local tiene recursos suficientes como para sumir el coste del proyecto. Sería, en ese caso, a cargo del remanente de tesorería de este año y la remodelación se ejecutaría en el próximo ejercicio. "Este proyecto no es un brindis al sol. Si conseguimos ayuda se hará; si no la conseguimos, también", señaló el Alcalde.

Además de elaborar el proyecto, las autoridades de Cangas de Onís tendrán que solicitar el respaldo del Ayuntamiento de Parres y de Patrimonio Cultural. En el primer caso, porque la mitad aproximadamente de los 125 metros de puente a remodelar se ubican en el municipio parragués, pues es el río Sella el que separa ambos concejos. En el caso de Patrimonio la consulta tiene que ver con el entorno de protección del puente "romano", declarado bien de interés cultural (BIC) por el Gobierno del Principado.

Los dirigentes municipales cangueses plantearon en un primer momento reconvertir también la calzada de la N-625, colocando adoquín, a la misma altura que las aceras, como suele hacerse en algunas travesías urbanas, pero los responsables de Carreteras señalaron que esa solución no resulta posible en carreteras nacionales.

La ampliación de la acera de la N-625 más cercana al puente "romano" permitirá, según el alcalde cangués, "mejorar el tránsito peatonal" en una zona que habitualmente está "llena de gente" y que requiere "mejoras de seguridad".