El Cross Escolar de Piloña, el más antiguo de los que se organizan en Asturias, celebró su XXXV edición de la forma más reivindicativa. Los jóvenes participantes, procedentes de los centros educativos de Infiesto, Villamayor y Sevares, portaron durante la carrera una camiseta verde con el lema "Escuela pública de todos/as y para todos/as". La iniciativa , que partió del equipo directivo del colegio de Infiesto, contó en un primer momento con la reticencia de un pequeño grupo de padres que entendían que el eslogan tenía ciertos tintes electoralistas, máxima que fue negada por el centro. En una nota informativa a la familia aclararon que el único objetivo es defender el acceso de todos los niños y niñas a una educación gratuita y de calidad como aparece en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En cualquier caso, lo cierto es que la marea verde inundó el patio del colegio de Infiesto para participar en la consolidada cita deportiva. De los 235 alumnos con los que cuenta el centro de Infiesto, sólo 8 no participaron en la prueba deportiva, por diversos motivos como lesiones y solamente una familia se negó expresamente a vestir la camiseta verde durante el evento, según explicó el equipo directivo. Desde el colegio de Sevares llegaron 40 de los 51 alumnos para participar en la prueba y una cifra similar de estudiantes se acercaron desde Villamayor.

La ingente cantidad de público que acudió a la cita, en su mayoría familiares de los corredores y vecinos, optaron por quitar hierro al asunto y abogaron por "poner un poco de sentido común para no sacar las cosas de sitio". Fue el caso de Begoña Estrada. " Me parece una polémica estéril dado que los padres podían elegir libremente, sin imposiciones, si su hijo ponía o no la camiseta", dijo. Ella apostó porque su hija Adriana García, de 4 años, la visitiera "porque todos los niños deben tener los mismos derechos y condiciones y aún quedan cosas por hacer como conseguir libros y comedor gratis", apuntó.

Más contudente se mostró Roselía Miguelez, que acudió para ver correr a su hija Manuela Cancio, de 5 años. "La escuela pública es un derecho, estas camisetas nada tienen que ver con el politiqueo. Apoyo la iniciativa y me parece perfecta", afirmó.

Las hijas de Ana Pérez, Gisela y Carla, de 2º y 6º curso, también vistieron de verde ayer. "Me parece una buena iniciativa que vayan todos vestidos iguales. No veo tintes políticos en la camiseta, que es muy guapa y pienso ponerles para andar por la calle durante todo el verano", explicó la madre. En la misma línea se expresó María Jesús Tárano, que llegó desde Sevares para ver correr a su hija Carla Bñanco, de 5 años. "Se mandó una carta previamente, no creo que defender el derecho a la educación tenga ningún tinte político. Este cross cada vez va a más y es un orgullo", explicó Tárano. Como tantos otros padres, ella misma participó en su etapa de estudiante en el cross escolar, que un año más volvió a rendir homenaje al atleta fallecido Juan Puerta.

Los niños, ajenos a la polémica, disfrutaron con entusiasmo de la jornada deportiva y repusieron fuerzas tras la carrera con un bollu preñau. Alonso Rodríguez venció en la categoría de 3 años y Carla Blanco y Hugo Crespo hicieron lo propio en la de 4 y 5 años. En la categoría prebenjamín Alejandra Meana y Jonathan García fueron los primeros en cruzar la meta. Entre los benjamines se impusieron Teresa Carriles y Javier González, y Nura Granado y Daniel Cimadevilla se hicieron con el triunfo en la categoría de alevines. En la de infantil Santiago de Con y Laura Menéndez fueron los vencedores absolutos y entre los caderes despuntaron Alba Martínez y Diego Menéndez.

Como novedad este año se cambió la ubicación de la salidade la antigua fuente a junto a la pista de fútbol con el objetivo de aumentar la seguridad de los participantes y evitar embotellamientos. Tras la entrega de premios el equipo directivo homenajeó a los impulsores del cross, Andrés Aguado, que se encargó de prensentar el acto, y su mujer Susi Martínez, que no acudió por motivos de salud.