La imagen del santuario de la Virgen de la Cueva de Piloña continúa al alza. Después de que hace algo menos de un año se diese por concluida la rehabilitación iniciada en 2007 en el enclave religioso, los trabajos de mantenimiento y mejoras siguen siendo continuos y prueba de ello son las obras para la mejora del entorno que se están realizando a lo largo de esta semana de cara a la temporada veraniega.

En esta ocasión, los operarios están mejorando la imagen de la entrada primitiva del santuario. Concretamente, se está construyendo un muro que irá decorado con piedra y se aprovechará el espacio para construir varias jardineras que permitan la colocación de un mayor número de flores que doten al santuario de mayor colorido y riqueza natural.

Ayer mismo un operario comenzó la colocación de la piedra en el muro y si todo va bien las labores podrían quedar concluidas a finales de esta misma semana. "Si no hay contratiempos para el jueves o el viernes podría estar todo ya rematado", declaró el propio trabajador que se dedicó con esmero durante todo la jornada a dar volumen a una pared que hasta ahora se encontraba abandonada y con claras señas de deterioro por el paso de los años.

Los trabajos están siendo desempeñados por una empresa de la zona y son sufragados con los fondos recogidos entre donaciones e iniciativas destinadas a las mejoras del emblemático enclave religioso. "Entre la obra del muro, las jardineras y una forja de separación en el presbiterio se invertirán unos 2.000 euros", comenta el párroco de Infiesto y encargado del mantenimiento del santuario, Manuel García Velasco, respecto a la enésima actuación llevada a cabo en las instalaciones en los últimos años.

Esta iniciativa pretende dar un pequeño lavado de cara al santuario de cara a una temporada en la que el número de visitantes y de celebraciones religiosas como es el caso de las bodas se dispara. Sabedores de ello, tanto vecinos como el sector turístico aplauden las obras y confían ciegamente en que tenga resultados positivos.

Por otro lado, siguen siendo muchas las voces que reclaman una señalización en la carretera nacional 634 del enclave religioso. Una iniciativa que se considera primordial para convertir el santuario en un referente regional y que no va reñida con otras medidas como la mayor promoción por internet o la publicación de un libro sobre su historia que verá la luz en unos meses.