"Una burrada que podría crear tendencia". Así califica el piloñés Miguel Diego la aventura protagonizada por un grupo de amigos cicloturistas que el pasado 6 de junio decidieron coger sus bicicletas y cubrir del tirón los alrededor de 400 kilómetros que separan el santuario de Covadonga de Santiago de Compostela.

Los protagonistas de esta proeza deportiva fueron los parragueses Borja Bada, Óscar Labra, David Blanco, Beni García y Juanjo Castañón y los piloñeses Miguel Diego e Israel Ordieres. Estos partieron de madrugada desde Covadonga y emplearon 21 horas y 4 minutos en total. De este tiempo más de 15 horas y media las pasaron dando pedaladas que les llevaron por localidades y parajes como Pola de Siero, alto de la Miranda, Avilés, Piedras Blancas, Cudillero, Luarca, Navia, Ribadeo, San Cosme o Mondoñedo.

El desplazamiento nocturno obligó a estos deportistas amateur a utilizar luces delanteras y traseras para minimizar el peligro de un reto que creen inaudito. "Hemos hablado con muchos aficionados y parece que es la primera vez que alguien hace algo de este tipo", asegura el propio Miguel Diego.

Ahora y una vez superado el sufrimiento y el lógico cansancio que siguió a esta aventura, los participantes plantean la posibilidad de que esta ruta atraiga a aficionados de otros puntos de dentro y fuera de la región como reclamo para este tipo de demanda turística. "Puede ser atractiva y se podría hacer por etapas", sugiere el cicloturista piloñés.

Del mismo modo, hay ya quien sostiene que la opción ciclista podría ser un atractivo más a impulsar para tratar de sacar más provecho al Camino de Santiago del Norte, reconocido hace escasos días como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.