El miércoles se produjo el cambio de estación y con él llegó la astenia otoñal. Es como denominan a la dificultad, a veces, para adaptarse a la rutina, a menos horas de sol y a la bajada de las temperaturas después del verano. A unos les cuesta más que a otros.
La astenia dura unos días o semanas. Este "desorden biológico" desaparece en cuanto el organismo se adapta y se regula. Hasta que lo consigue pueden aparecer síntomas como alteraciones de biorritmos y cambios de ánimos que se reflejan en tristeza, apatía, decaimiento, dificultad para conciliar el sueño y la concentración, irritabilidad, falta de apetito o disminución de la libido. Las mujeres de entre los 25 y 50 años son las más propensas a sufrir la astenia, mientras que los niños y los mayores reciben mejor el cambio de estación.
¿Cómo se puede ayudar al cuerpo a llevar mejor la llegada del otoño? La respuesta es sencilla y se puede aplicar siempre para lograr un mayor bienestar: llevando una vida sana, después de los excesos del verano. Es decir, debe empezar por la alimentación, que ha ser variada, sana y equilibrada para evitar la deficiencia nutricional. Pero éste es un consejo que sirve en general para estar más sanos, no sólo para evitar la astenia. Se trata de llevar una dieta rica en vitaminas y fibra (fruta, frutos secos, cereales integrales, verdura y legumbres), además de aportar proteínas (pescado, huevo, carne baja en grasas) y evitar las grasas. Es importante regular los horarios de comidas, entre cuatro y cinco veces al día, evitando las comidas copiosas y abundantes. Es mejor no consumir sustancias excitantes para el sistema nervioso como la teína, cafeína y tóxicos como el alcohol y el tabaco. Beber e hidratarse de forma abundante es muy clave. Vamos, que no dejan de ser las recomendaciones de toda la vida para estar sanos.
También es aconsejable seguir una correcta rutina de sueño y descansar lo suficiente para estar descansados. No viene nada mal realizar actividad física o practicar algún deporte de forma regular para mantenerse en forma y relajar la mente gracias a la secreción de endorfinas que se produce. Realizar actividades intelectuales que estimulen y motiven es igualmente un acierto.
La médica de familia en el centro de salud de Arriondas Belén Alonso Bada, sin entrar a valorar si se trata de astenia otoñal o no, reconoce que por estas fechas en su consulta llegan muchos pacientes cansados tras un agotador verano de trabajo.
No hay que olvidar que la comarca del Oriente tiene mucho tirón turístico y el verano es su gran fuerte. "Septiembre es el mes de las analíticas", apunta. La razón es que después de pasado el apurón del intenso período estival se manifiesta más el cansancio. Primero, ni se le permite porque no se puede parar.
Con fundamento científico o sin él es cierto que las modificaciones del tiempo afectan. Por ejemplo, el cambio de estaciones influye en las hernias de hiato o las cicatrices, así como la presión atmosférica se refleja en las migrañas, admite Belén Alonso Bada.